Debiera estar yo muy contento, al fin y al cabo en cierto
modo, lo que defiende Podemos, en teoría, es lo que yo siempre he defendido en
los últimos años, baste leer el escrito que lleva por nombre “En dirección a la República”, donde abogo por intentar atraer a las personas de distinta ideología,
incluyendo las gentes honradas de la derecha, hacía la causa republicana, de la
necesidad de no causar miedo. La República debe ser de todos, decía por
ejemplo:
Hay mucha gente joven, no solo de ideas progresistas, sino incluso
centristas o derechistas que se confiesan republicanos, pero les tira para
atrás el simbolismo, tienen recelo a denominarse republicanos, por estar esta
definición muy unida ideológica y sicológicamente a una parte muy definida de
la izquierda, una parte de la izquierda que les da miedo, lo cual hay que
intentar superar. Sin darnos cuentas, yo
el primero, cargo mucho las tintas con mi republicanismo, tanto cargar las
tintas puede ser contraproducente, si bien es cierto que para nada me conformo
con un simple cambio de modelo de Estado, sino que quiero y deseo y luchó por
una República inspirada en los principios de la segunda República Española, con
su espíritu netamente progresista y democrático, con sus ideales de justicia e
igualdad, con sus símbolos propios, escudo y bandera.
En teoría aquello que decía yo hace dos años se asemeja
bastante a esto que defiende Podemos. ¿Entonces por qué mis reticencias y
desconfianzas?
La Segunda República fue posible gracias a la suma de voluntades
de diversos partidos de distinta ideología — su primer presidente Niceto Alcalá
Zamora, era una persona de derechas y católico —dispuestos a transformar España
en un Estado moderno y avanzado ante el caos y la corrupción reinante llevada a
cabo tanto por la monarquía, como por la dictadura y el bipartidismo de la época,
Conservadores y Liberales, que sumían a la penuria económica y social a un
pueblo analfabeto y hambriento, mientras que desde el Rey para abajo todos
robaban, cazaban y pagaban prostitutas a costa de la miseria y el hambre del
pueblo, salvando las distancias históricas una
situación bastante semejante a la actual.
No se trataba de una sola organización que pretendía
acaparar todos los estratos ideológicos de la ciudadanía, sino organizaciones y
personas que se sumaban, con independencia de su ideología en pos de una idea
en la que estaban todos de acuerdo, la instauración de la República, como única
manera posible de sacar España del pozo de la historia. Y cada una de las
organizaciones mantenía su ideología y sus principios, eran de derechas, de
centro o de izquierdas, con distintos y diferentes matices, todos republicanos.
¿Se puede en un solo partido aglutinar toda esa diversidad ideológica?
¿Se puede realmente no ser ni de izquierdas ni de derechas? Yo realmente no lo
creo, como no creo que se pueda hacer un viaje al centro político desde la
izquierda en tan poco tiempo. No se trata de llegar al poder, sino llegar con
las ideas claras y sin ambigüedad. Si se trata solo de ganar las elecciones,
para luego actuar modelándose por el camino intentando contentar a todos,
adelante, hasta ahora es lo que algunos estamos viendo, pero quien mucho abarca
poco aprieta y sin una definición clara de las posiciones ideológicas y unas
actuaciones en consecuencia, el daño que puede causar a la izquierda, al pueblo
puede llegar a ser irreparable. No se puede contentar por igual a una persona
de izquierdas a una de derechas, a un empresario y a un trabajador.
Por otra parte vemos como se va tirando lastre por el camino
con tal de atraer electorado de todo tipo de ideologías, con lo cual tal y
conforme dice mi amigo Javier Sánchez-Mota, corre el riesgo de decepcionar a gran parte del
electorado, lo cual llevará a las primeras de cambio a la pérdida de un gran número
de votos como castigo en el momento que no pueda contentar a todos. Convirtiéndose en un partido efímero, causando unos
daños de credibilidad en la izquierda difíciles de calcular.
Su ascenso imparable, por lo que se ve, no se puede basar en hablar de la casta, como
si fuese necesario destruir todo lo viejo, o tuviesen la malaria o el ébola,
que está más de moda. No se puede meter
en el mismo saco a todos los partidos que llaman del Régimen del 78. Lo que
dice Podemos, lo llevamos diciendo y defendiendo muchos antes del 15-M, durante
y después, pero sin ambigüedades, diciendo con claridad que somos de izquierdas
y republicanos y que deseamos un Estado democrático basado en la ética
republicana y socialmente avanzado.
Yo no soy profesor, como la mayoría de los dirigentes de
Podemos, de hecho apenas fui a la escuela, pero tengo claro que no me gusta
nada la ambigüedad, que me gusta las cosas claras y que votaré a aquella opción
que hable con claridad sobre sus objetivos, esa ambigüedad no solo se da en
Podemos, también en algunos sectores de Izquierda Unida, desatinos como el
apoyo o dejar hacer o gobernar al PP extremeño o su participación en un
gobierno como el de Andalucía, con una presidenta que mira para otro lado en los temas de
corrupción, no se pueden ni se deben permitir. La izquierda, como la mujer del
Cesar, no solo debe ser honrada, sino parecerla.
Posiblemente, y a mí no me pesará, Podemos será la fuerza
más votada, llegará a ganar las elecciones, gobernar eso es harina de otro
costal, la gente que le vota quiere realidades casi inmediatas, porque
inmediatas son sus necesidades, para ello deberá llegar a pactos, de lo
contrario o incluso a pesar de ello, Podemos no resistirá el empuje de quienes
tienen realmente el poder, tendrá que llegar a pactos, y puestos a pactar sería
deseable que con las ideas claras y si es posible, de izquierdas y republicanas.
Viendo lo que Podemos va mutando desde sus inicios, todavía
no he perdido la esperanza que se defina como republicano y de izquierdas y en
lugar de despreciar a otras fuerzas de izquierdas y republicanas, sume fuerzas
y pronto en España podamos hablar de un país que ha dejado atrás la corrupción
y algo tan anacrónico como la monarquía franquista, donde tengamos un Estado al
servicio del pueblo, en lugar de como en la actualidad al servicio de las
mafias.
Para terminar me quedo con la frase de Xosé Manuel Beiras:
Estimado Paco:
ResponderEliminarLa República, el republicanismo no son los símbolos ni las declaraciones de fe republicana.
El republicanismo son los valores que se defienden y los programas en que se sustenta.
En este sentido creo que tanto el programa político de Podemos, recientemente aprobado en su Asamblea Ciudadana, como el avance de su programa económico a cargo de Juan Torres y Vicenç Navarro, son netamente de izquierdas y republicanos.
Acaso el inicio de un proceso constituyente, el federalismo, el derecho a decidir -no sólo la cuestión de las nacionalidades e incluso la jefatura del Estado,-, el estado laico y lo que conlleva en cuanto al fin de la financiación de la Iglesia y de la educación religiosa concertada, la defensa de lo público, de la sanidad, de la educación y de la empresa pública, la creación de la banca pública, la nacionalización, si procede, de los sectores estratégicos de la economía, la garantía constitucional de los derechos sociales, derogación de las reformas laborales, efectiva separación de poderes, revocatorios....
y un largo etcétera que puedes comprobar en Plaza podemos o Podemos.info
Todo ello son valores de izquierdas ¿o no?
Desde el máximo respeto a nuestros símbolos y a nuestra historia es más importante el contenido que el envoltorio. No por más que nos definamos de izquierdas y republicanos, lo seremos. Son los programas, los hechos y nuestro ejemplo quien nos define.
Programa, programa y programa que decía Anguita porque sí, es cierto, podremos cargarnos de banderas, símbolos y herramientas, pero en la lucha nos podemos quedar solos con nuestra bandera como Charlot.
No sé si habrás visto el vídeo de Julio Anguita en la Sexta, aquí te lo dejo:
Coincido con Podemos en que la dialéctica derecha-izquierda (minuto 2.25)
https://www.youtube.com/watch?v=pk2dHTw6iLg
Saludos, Félix
Estimado Félix, soy yo el primero que habla de que los símbolos, no es lo más importante, quien lleva diciendo que lo importante es las obras, los valores de la izquierda, que en teoría tiene Podemos. Por supuesto que no estoy contra Podemos y que considero que Podemos es netamente de izquierdas. Pero...
EliminarEn mi opinión se equivoca en muchos aspectos, que buscan la hegemonía total, el desprecio a organizaciones como IU, que sí, que por ejemplo en Madrid, hay manzanas podridas, pero que también en Madrid o en cualquier parte hay personas muy validas que deberían tenerse en cuenta. El despreciar cualquier tipo de pacto con otros partidos, pude servir como estrategia, pero no me gusta, más cuando hay personas como Alberto Garzón de gran valía y capacidad, para mi el mejor. Siempre he sido una persona muy critica, deseo que IU y Podemos vayan unidos en las próximas elecciones, me quedaría mucho más tranquilo, no como agrupación de electores inaceptable para cualquier organización política consolidada. Sino como suma de personas y organizaciones. El nombre es lo de menos, pero...
Vi la entrevista de Julio Anguita, estoy de acuerdo con él. Pero el programa, programa, programa, se va transformando continuamente, pude que adaptándose a una realidad cambiante, no lo sé, pero a mi hoy por hoy, deseando la victoria de Podemos, deseando que eso de lugar a un proceso constituyente que nos lleve a la república, me tiene un poco o bastante desconcertado.
Un abrazo.