¿A dónde nos llevan los
carriles bici y las utopías? O Cuando algunos políticos se pasan con ciertas
sustancias y confunden el tocino con la velocidad, como yo ahora mezclando el
carril bici, la utopía, Donald Trump, el populismo o lo que en realidad es
fascismo con el querer llamar imbéciles a los ciudadanos. Todo sirve para
algunos políticos populistas que, en lugar de tomar medidas contra el avance de
una tendencia fascista, miran para otro lado para seguir aplicando políticas
neoliberales que a su vez rozan el “populismo-fascismo” de antaño.
Hasta ahora pensábamos que
los carriles bicis servían para hacer que las ciudades fuesen más sostenibles, para
disminuir la galopante contaminación que asola a las grandes ciudades. Un
carril bici, sirve para eso, para ir al trabajo, a estudiar o a disfrutar del
paisaje, urbano o rural, no olvidemos las fantásticas vías verdes, como por
ejemplo la que transcurre de Oropesa del Mar hasta Castellón de la Plana, por
la costa mediterránea. En algunas ciudades europeas el uso de la bici está muy
extendido, sin distinción de sexo, edad o ideología…
Sobre la utopía siempre
fueron muchos quienes pusieron en duda su utilidad; aunque, a otros muchos nos
sirve, como dijo Eduardo Galeano para caminar.
“La utopía está en el horizonte. Camino dos
pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”
Eso creíamos, ahora sabemos
gracias al concejal de UPN, el socio en Navarra del PP, Juan José Echevarría, sabemos
que sirven para otra cosa, tanto el carril bici como la utopía, el tal
Echevarría le respondió lo siguiente a Armando Cuenca, concejal de Podemos en
el Ayuntamiento de Pamplona:
“Las utopías, esas que a usted le gustan tanto, han conducido a la URSS,
a la Unión Soviética, a Siberia, a los campos de concentración, a 20 millones
de muertos, sí, sí... sus utopías, sí, las suyas, a eso conduce la utopía.
Luego llegan los talibanes
y, esas utopías las convierten en férreas realidades. Y claro, construyen la
URSS, construyen Corea del Norte, que supongo que le encantará, uno de los
paises más auténticamente comunistas. Con el ‘Chimpón Chí’, o como se llame el
que manda allí, conduce a Cuba y conduce más recientemente a Venezuela. La
utopía de la ultraizquierda suya, URSS, Corea, Cuba y Venezuela. Lugares a los
que nadie quiere ir ni quiere estar. Lugares de los que se ha huido y que han
provocado millones, millones, millones de muertos. Millones, sus utopías. Supongo que a estas
alturas ya se habrá dado cuenta de que no van a hacer los carriles, los cuatro
millones, ¿no? En fin, muchas gracias”.
Claro,
que eso también les ocurre a políticos que parecen sensatos, por ejemplo, la
golpista Susana Díaz, que ha asegurado ante la victoria del magnate ultra
liberal, fascista, misógino, racista, impresentable Donald Trump:
"Quizás ambos beban
de la misma fuente" "Cuando escuché al candidato republicano diciendo
que había que echar a la casta corrupta de las instituciones, esa música me
sonó, a mí y a millones de españoles; es la música de Podemos".
Se
olvida que contra la corrupción estamos muchos ciudadanos, no todos
necesariamente de Podemos, y, qué, Donald Trump, es también un corrupto
embustero, como otros muchos a los que ella considera honrados.
Por
otra parte, Albert Rivera, quien ha aupado a la presidencia al partido más
corrupto de la historia de España, al mismo que lleva a cabo políticas como las
que defiende Donald Trump, en América, al Partido Popular, el mismo que levanta
vallas con cuchillas asesinas en la frontera, que quita la asistencia sanitaria
a los emigrantes, también parece que se pasó de la raya:
“Podemos debe estar
contento con la victoria de Donald Trump, al final, los populismos, sean de
extrema derecha o de extrema izquierda, defienden lo mismo. Se acaba el Tratado
de Libre Comercio y gana el proteccionismo, aquello de América para los
americanos. "Hoy van a estar contentos los que quieren sacar las bases de
la OTAN y los que no quieren que haya una coalición de países occidentales, desde
Syriza a Le Pen, pasando por Podemos, cómo comparten un discurso en el que
triunfa el "proteccionismo" y, por ende, el "egoísmo"
frente al de la "libertad" y la sociedad "abierta". "Y
no estoy comparando personas, sino ideas”.
Está
claro que el PP, no ha dicho nada, José maría Aznar, fue el primer político
europeo en felicitar a Trump, Xavier García Albiol, no tiene nada que
envidiarle al mangante americano, parece como si le hubiese escrito él político
catalán del PP, los discursos, Casado, más de lo mismo, de Hernando, ¿qué
decir? El nuevo ministro de asuntos exteriores…y por supuesto la lideresa,
Esperanza Aguirre.
Toda la extrema derecha, incluido el PP, aplaude
la victoria del fascista Donald Trump, porque Donald Trump es fascista,
llamarle de otro modo, es llamar a los ciudadanos imbéciles, que muchos lo
somos o lo son, quiero creer, que lo son, votando a sus verdugos.