sábado, 12 de noviembre de 2016

¿A dónde nos llevan los carriles bici y las utopías? O Cuando algunos políticos se pasan con ciertas sustancias y confunden el tocino con la velocidad.


¿A dónde nos llevan los carriles bici y las utopías? O Cuando algunos políticos se pasan con ciertas sustancias y confunden el tocino con la velocidad, como yo ahora mezclando el carril bici, la utopía, Donald Trump, el populismo o lo que en realidad es fascismo con el querer llamar imbéciles a los ciudadanos. Todo sirve para algunos políticos populistas que, en lugar de tomar medidas contra el avance de una tendencia fascista, miran para otro lado para seguir aplicando políticas neoliberales que a su vez rozan el “populismo-fascismo” de antaño.
Hasta ahora pensábamos que los carriles bicis servían para hacer que las ciudades fuesen más sostenibles, para disminuir la galopante contaminación que asola a las grandes ciudades. Un carril bici, sirve para eso, para ir al trabajo, a estudiar o a disfrutar del paisaje, urbano o rural, no olvidemos las fantásticas vías verdes, como por ejemplo la que transcurre de Oropesa del Mar hasta Castellón de la Plana, por la costa mediterránea. En algunas ciudades europeas el uso de la bici está muy extendido, sin distinción de sexo, edad o ideología…
Sobre la utopía siempre fueron muchos quienes pusieron en duda su utilidad; aunque, a otros muchos nos sirve, como dijo Eduardo Galeano para caminar.
 “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”
Eso creíamos, ahora sabemos gracias al concejal de UPN, el socio en Navarra del PP, Juan José Echevarría, sabemos que sirven para otra cosa, tanto el carril bici como la utopía, el tal Echevarría le respondió lo siguiente a Armando Cuenca, concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Pamplona:
Las utopías, esas que a usted le gustan tanto, han conducido a la URSS, a la Unión Soviética, a Siberia, a los campos de concentración, a 20 millones de muertos, sí, sí... sus utopías, sí, las suyas, a eso conduce la utopía.
Luego llegan los talibanes y, esas utopías las convierten en férreas realidades. Y claro, construyen la URSS, construyen Corea del Norte, que supongo que le encantará, uno de los paises más auténticamente comunistas. Con el ‘Chimpón Chí’, o como se llame el que manda allí, conduce a Cuba y conduce más recientemente a Venezuela. La utopía de la ultraizquierda suya, URSS, Corea, Cuba y Venezuela. Lugares a los que nadie quiere ir ni quiere estar. Lugares de los que se ha huido y que han provocado millones, millones, millones de muertos. Millones, sus utopías. Supongo que a estas alturas ya se habrá dado cuenta de que no van a hacer los carriles, los cuatro millones, ¿no? En fin, muchas gracias”.

Claro, que eso también les ocurre a políticos que parecen sensatos, por ejemplo, la golpista Susana Díaz, que ha asegurado ante la victoria del magnate ultra liberal, fascista, misógino, racista, impresentable Donald Trump:

"Quizás ambos beban de la misma fuente" "Cuando escuché al candidato republicano diciendo que había que echar a la casta corrupta de las instituciones, esa música me sonó, a mí y a millones de españoles; es la música de Podemos".

Se olvida que contra la corrupción estamos muchos ciudadanos, no todos necesariamente de Podemos, y, qué, Donald Trump, es también un corrupto embustero, como otros muchos a los que ella considera honrados.

Por otra parte, Albert Rivera, quien ha aupado a la presidencia al partido más corrupto de la historia de España, al mismo que lleva a cabo políticas como las que defiende Donald Trump, en América, al Partido Popular, el mismo que levanta vallas con cuchillas asesinas en la frontera, que quita la asistencia sanitaria a los emigrantes, también parece que se pasó de la raya:

“Podemos debe estar contento con la victoria de Donald Trump, al final, los populismos, sean de extrema derecha o de extrema izquierda, defienden lo mismo. Se acaba el Tratado de Libre Comercio y gana el proteccionismo, aquello de América para los americanos. "Hoy van a estar contentos los que quieren sacar las bases de la OTAN y los que no quieren que haya una coalición de países occidentales, desde Syriza a Le Pen, pasando por Podemos, cómo comparten un discurso en el que triunfa el "proteccionismo" y, por ende, el "egoísmo" frente al de la "libertad" y la sociedad "abierta". "Y no estoy comparando personas, sino ideas”.

Está claro que el PP, no ha dicho nada, José maría Aznar, fue el primer político europeo en felicitar a Trump, Xavier García Albiol, no tiene nada que envidiarle al mangante americano, parece como si le hubiese escrito él político catalán del PP, los discursos, Casado, más de lo mismo, de Hernando, ¿qué decir? El nuevo ministro de asuntos exteriores…y por supuesto la lideresa, Esperanza Aguirre.


 Toda la extrema derecha, incluido el PP, aplaude la victoria del fascista Donald Trump, porque Donald Trump es fascista, llamarle de otro modo, es llamar a los ciudadanos imbéciles, que muchos lo somos o lo son, quiero creer, que lo son, votando a sus verdugos. 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Merkel, Macri, Erdoğan, Rajoy y ahora Trump, paren el mundo que me quiero bajar.

Trump,
o cuando los dementes son los votantes

(De antemano pido perdón a los payasos de profesión, a los que siempre admiré y admiro, en cierto modo yo también soy payaso, de los que les gusta reír y hacer reír.)

Me refiero a esos payasos que siembran el terror por las calles en noches oscuras, me refiero a esos payasos tiranos que siembran el terror entre los ciudadanos con sus proclamas fascistas, racistas, homófobas, sexistas que se dedican a la política y todo el mundo considera imposible que puedan llegar a gobernar....

Los payasos no solo han salido a la calle a infundir terror a viandantes solitarios, han tomado el poder en muchos países, incluido el de Estados Unidos.

Lo grave no es que esos payasos gobiernen, que lo es, sino que además lo hagan con amplio apoyo de sus futuras víctimas.

Quienes en su momento corrimos delante de los grises para conseguir la democracia para España, lo hacíamos con el miedo pegado a la rabadilla; pero convencidos de la madurez y sensatez del pueblo español, de que sería capaz de elegir a los mejores gobernantes, nos equivocamos, un ejemplo el actual primer ministro elegido democráticamente y con traiciones.  Tal vez deberíamos haber pensado que a Hitler también lo eligió el pueblo en las urnas.

¿Qué podemos esperar, cuando en una democracia de más de doscientos años le entregan el botón nuclear a un demente como Donald Trump?


Merkel, Macri, Erdoğan, Rajoy y ahora Trump, paren el mundo que me quiero bajar. El mundo está loco, o somos nosotros, quienes creemos en la democracia quienes estamos locos… 

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