En Londres nace un chiquillo
en una lujosa clínica que cuesta no sé cuantos miles de libras esterlinas la
noche, y a la vez se gastan millones en alumbrar la ciudad. Dicen que es un
nacimiento "real" atípico y envuelto en secretismo, pero todos los
medios de comunicación babean como estúpidos que consideran imbéciles a sus
lectores, televidentes o radioyentes. Un nacimiento que no es más digno ni
interesante que el de cualquier otro niño que nace en los suburbios de Londres;
sin embargo, la ciudad del Támesis es una gran pista de patinaje por las babas
de los caracoles.
En Tailandia, un golfo
encarcela a su tercera esposa y a los parientes de la misma, porque se ha
encaprichado de la que será su cuarta víctima, con la que decide casarse hasta
que se encapriche de la quinta o decida que sea apedreada hasta la muerte.
Antes hace que se arrastre como una babosa, porque él es el rey. Ese déspota
Golfo se gasta millones y millones en ceremonias ridículas, muchos de sus
siervos se mueren en chozas de hambre o son asesinados por sentir o pensar
diferente; a pesar de todo, Bangkok es una gran pista de patinaje por las babas
de los caracoles.
En Riad, un traficante de
armas decide sobre las vidas de sus abnegados súbditos y regala joyas y
diamantes a sus colegas. En Riad, no hay inundaciones, las saladas lágrimas de
sus mujeres han secado el suelo donde caen.
En el Congreso de los
imputados, perdón de los diputados, cuelgan el retrato de una persona que nunca
ha hecho otra cosa que vivir a cuerpo de rey, gastándose casi quince millones
de pesetas. son tales los elogios que recibe el sujeto, que Madrid se ha
inundado por el exceso de babas.
Y como siempre se ha dicho:
para que los listos puedan vivir a cuerpo de rey, sin pegar palo al agua, tiene
que haber muchos tontos babeantes.
P.D. Si todas estas
situaciones parecen y son ridículas, mucho más ridículo es que en pleno siglo
XXI, quienes nos consideramos ciudadanos, permitamos que instituciones tan
caducas, como inútiles y parasitarias sigan viviendo a costa nuestra.
Leer cinco primeros capítulos
No hay comentarios:
Publicar un comentario