viernes, 4 de octubre de 2019

Sobre espantos, fascistas y descerebrados en el siglo XXI del muy corrupto Reino de España




Que la representante del partido fascista diga barbaridades y considere que sacar al golpista y genocida Francisco Franco del Valle de Cuelgamuros es un «es un ataque al orden constitucional» y que se le debe guardar lealtad a un asesino y a la libertad, puede estar hasta dentro de lo normal, para eso representa a un partido claramente fascista/franquista/nazi.

Lo que no está tan claro, es que la muy prescindible presidenta de la Comunidad de Madrid, diga esas barbaridades que sobrepasen por la derecha a los fascistas, siendo, como presume de ser, presuntamente «constitucionalista» y considere que sacar a un dictador genocida del Valle de Cuelgamuros, sea preludio de la quema de parroquias, como dijo ayer:

«Me espanta la Ley de Memoria Histórica» y considere que sacar al verdugo de su mausoleo faraónico y separarlo de sus víctimas sea «tener que remover heridas o abrirlas» y se pregunte, leyendo palabra por palabra, que no fue un lapsus propio del nerviosismo ni de la torpeza congénita que le caracteriza, lea:
 «¿Qué será lo siguiente? ¿La cruz del Valle? ¿Todo el Valle? ¿Las parroquias del barrio? ¿Arderán como en el 36...?»
Autenticas barbaridades propias de una mente enferma y fanatizada.

Fueron mucho más las barbaridades que dijo y que en cualquier país realmente democrático la inhabilitarían para el cargo, pero en España no pasa nada, asumir los discursos de la extrema derecha se está convirtiendo en algo habitual, por parte de muchos partidos, incluidos algunos que deberían estar alejados de esas ideas.

Lógico, que el representante y prescindible vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Aguado, que pertenece a un partido que dice ser de centro, como presuntamente es Cs, hubiera afeado o matizado las palabras de la muy prescindible presidenta madrileña, eso como mínimo; pero como quien manda y maneja el gobierno de Madrid es el partido fascista y hay que tenerlos contentos, ha echado más leña al fuego, y también quiere quemar iglesias y ha dicho en línea con la «ayusada» de la prescindible de Madrid:

«es una certeza que en el año 36 ardieron las iglesias pero que también es una realidad que el Gobierno regional va a hacer todo lo posible para que no vuelvan a arder en 2019 como consecuencia de que haya alguien que quiera imponer su ideología sobre otras».

¿En manos de quienes están en la prescindible comunidad autónoma de Madrid? ¿Quién pretende quemar iglesias?
Es  preciso cerrar heridas, y una de las formas de hacerlo es honrando a las víctimas, sea cual sea su ideología, provocadas por un criminal golpe de Estado, seguido de una guerra civil y una genocida dictadura, en la que se produjeron la mayoría de las víctimas, porque resulta llamativo, que el número de muertos, una vez terminada la guerra, fuera infinitamente mayor, y que la posguerra fuera más que la paz, un genocidio y un expolio en toda regla.  Es preciso cerrar heridas, pero con Verdad Justicia y Reparación.

Paco Arenas, autor de Magdalenas sin azúcar

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