Como ya quedo claro en el anterior artículo sobre siniestro
el doctor Mengele español, las teorías enfermizas y criminales psiquiatra
franquista Antonio Vallejo- Nájera dieron lugar al secuestro de niños desde los primeros años de
la dictadura — algo que parece ser común a todas las dictaduras fascistas como
la argentina o chilena —hasta ya bien entrada la presunta transición a la
democracia.
El “doctor” fascista, digno de un exhaustivo examen de sus
obras y de su mente, por auténticos psiquiatras honrados no por el valor de sus
trabajos, inútiles para todo, sino para ver la capacidad que tienen algunos
locos para convencer a los criminales y poner en prácticas teorías absurdas
surgidas de sus enfermos cerebros. La teoría
de este criminal, según la cual los republicanos
teníamos un gen rojo hacía “intelectualmente
débiles, moralmente despreciables” especialmente a las mujeres que eran portadoras
del mismo. Siguiendo sus dictados en
lugar de encerrarle directamente en un manicomio se abogaba por encarcelar o asesinar a los padres y separar
a los niños y niñas, los cuales eran robados para darlos en adopción, pero en
muchos casos también los encarcelaban en los preventorios o cárceles para
niños, para reeducarlos.
Los niños, pero sobre todo las niñas, por su condición de
seres “inferiores a los hombres” eran encerrados en lo que se dio en llamar Preventorios,
en aquellas cárceles, eran sometidas a una disciplina propia de un campo de
concentración nazi. Antes del amanecer eran despertadas para que con el sol en
el horizonte Cantar el Cara al Sol. Experimentaban con ellas como si se tratase
de cobayas humanas, casi a diario, apenas les daban de comer y tenían racionada
hasta el agua. Sus duchas eran de agua
fría.
En su obsesión por el control de las criaturas,
cronometraban hasta el tiempo en que hacían sus necesidades, que debían hacerlo
en el horario establecido, como si el cuerpo de horarios. Hasta moverse de la
cama estaba prohibido, castigándose severamente tanto física como psíquicamente.
La única función de esas criminales cárceles infantiles franquistas era lavar
el cerebro, y aunque parezca mentira funcionaron hasta el mismo año de la
muerte del dictador.
Porque la Sección femenina, posiblemente por motivos económicos,
para seguir engordando sus cuentas personales, una vez acabadas las hijas de
los izquierdistas asesinados o encarcelados tenían la necesidad de seguir la
tarea de dichas instituciones. Para lo
cual iban de pueblo en pueblo y a base de mentiras lograban recolectad niñas de
familias pobres en las escuelas.
Las vejaciones en preventorios
fueron generalizadas, pero los documentos han desaparecido, ya se encargaron
mientras desmantelaban los mismos, las nuevas autoridades “democráticas” de que
no quedasen más testimonio que los de sus víctimas.
Casi cuarenta años después de la desaparición de aquellas
criminales instituciones, suponiendo, que ya es mucho suponer que España sea un
Estado democrático de Derecho, no se haya intentado reparar el daño hecho a
tantas criaturas inocentes, la razón muy clara, los hijos de aquello bastardos
criminales son quienes continúan dirigiendo el país, solo que ahora llenándoseles
la palabra de democracia, sin saber el significado de la misma. Del mismo modo que la monarquía es un apéndice
de la dictadura, los actuales gobernantes son firmes herederos de aquellos despiadados
gobernantes franquistas, el franquismo con apariencia democrática pero fiel a
su principios ideológicos.
Enlace relacionado: El doctor Mengele español, la extirpación del “gen rojo” de la sociedad española y sus consecuencias
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