No, en mi
casa no brindamos con champán, ni siquiera con cava. Desde que el 18 de
noviembre dieron la noticia en Radio Francia Internacional, permanecimos, mi
madre y yo, pegados a la radio. Maldiciendo que esa circunstancia no se hubiese
producido ochenta años antes.
De haber
sido así, posiblemente, este campesino analfabeto, sin estudios, habría
estudiado, como era su deseo y el deseo de su madre.
Por
desgracia, cuando el tirano murió, yo llevaba dos años trabajando 12 horas
diarias, y más de cuatro, haciendo pequeños trabajos en pistas de Scaletrix,
pintando camisetas, repartiendo propaganda...
No, no
brindamos con champán;, pero aquel día, dos días después de la muerte del
tirano, cuando el Régimen, lo confirmó oficialmente, el 20 de noviembre, el
potaje de habichuelas con chorizo, espinazo de cerdo y rabo del mismo animal,
nos supo a gloria, pensando que si Dios existe, a aquel criminal lo mandaría
directamente a la caldera de Satanás, pues sólo a él, se podía comparar aquel
ser tal vil y criminal.
Todavía no
sabíamos que había dejado todo atado y bien atado, con nudos tan fuertes, que
cuarenta años después siguen amordazado un pueblo que fue un ejemplo de
valentía y que ahora es un ejemplo de cobarde sumisión.
Paco Arenas
No puedo entender cómo se llama democracia al régimen de estado actual, impuesto por un dictador cuyos otrora detractores acatan y defienden su legado de una monarquía que no ha salido de las urnas
ResponderEliminarlegítimamente como lo fue en 1931 la república.
María Nieves, eso mismo me pregunto yo, es por ello que debemos intentar cambiar la forma de pensar, no ya de los políticos, que se acomodan, sino del pueblo que es manipulado al antojo de un régimen podrido de corrupción.
EliminarGracias por tu comentario