Franco como juez Supremo de la Dictadura firmando penas de muerte |
Estaba en manos del Tribunal Supremo dar carpetazo a la gran vergüenza nacional que supone tener enterrado a un genocida junto con sus víctimas, solo se les pedía que dictasen la ley, y la decisión del Parlamento, autorizando al gobierno a sacar del Valle de Cuelgamuros al dictador, no que se inventasen la historia y diesen por bueno el argumentario de la dictadura franquista.
El Tribunal Supremo, se supone que de un país democrático reconoce a un sanguinario dictador golpista como jefe del Estado desde el 1 de octubre de 1936, cuando el golpe de Estado había derivado en una guerra civil por un lado y en un sistema genocida por otro. Con este reconocimiento el Supremo deslegitima al gobierno legal y legítimo de la República que continuó luchando por su legalidad durante más de dos años, no solo contra los traidores golpistas sino contra los mercenarios marroquíes, los nazis alemanes y los fascistas italianos. Una vez más, la Justicia española hace el ridículo o prevarica con sus sentencias y autos.
El Tribunal Supremo, se supone que de un país democrático reconoce a un sanguinario dictador golpista como jefe del Estado desde el 1 de octubre de 1936, cuando el golpe de Estado había derivado en una guerra civil por un lado y en un sistema genocida por otro. Con este reconocimiento el Supremo deslegitima al gobierno legal y legítimo de la República que continuó luchando por su legalidad durante más de dos años, no solo contra los traidores golpistas sino contra los mercenarios marroquíes, los nazis alemanes y los fascistas italianos. Una vez más, la Justicia española hace el ridículo o prevarica con sus sentencias y autos.
El auto
redactado de manera vergonzante rinde, por tanto, pleitesía al genocida, al tiempo
que paraliza la exhumación del dictador del Valle de Cuelgamuros (donde ningún día le faltan flores frescas, mientras se ignora a sus víctimas). En su resolución el Tribunal Supremo recoge la la falsa teoría de que
Francisco Franco fue «jefe del
Estado» desde el 1
de octubre de 1936. Sin embargo, en aquella fecha, solo era jefe de los generales golpistas traidores a la patria, y solo habían pasado dos meses
desde el golpe militar del 18 de julio quedando por delante más de dos años de
resistencia del la República apoyada por el pueblo. En esa fecha Manuel Azaña era
el único jefe del Estado legal y legítimo
de España, elegido de manera democrática
por las Cortes que emanaban de la Constitución de 1931.
Ese mismo Tribunal
Supremo, que no duda en ver inmediatamente un golpe de Estado en Cataluña, que dice que poner urnas es un golpe de Estado, le
da validez jurídica a la proclamación de Franco como jefe de un Estado,
reconocido entonces solo por la Alemania nazi y la Italia fascista, insultando de este modo
a todas las víctimas del genocida, especialmente a las más de 114.000 que todavía están en fosas comunes a lo largo de toda la geografía española. Realmente vomitivo. Con este dictamen se comprueba una vez más que el dictador dejo todo atado y bien atado, y que todos los poderes del estado siguen emanando de la
momia, todas las instituciones están contaminada por el virus del franquismo,
comenzando por la monarquía borbónica y continuando con la justicia.
La ONU ha condenado a España por los crímenes del franquismo, también por la actuación de los tribunales con respecto a los políticos catalanes encarcelados como presos políticos. El gobierno español ha protestado, argumentado que en España hay separación de poderes, cuando todos los días se comprueba que eso es una falacia.
¿Cómo nos vamos a extrañar que la ONU condene a España y dude de la división de poderes, cuando todos sabemos y comprobamos que en España no existe y que el franquismo sigue latente en todas las instituciones del Estado? No basta con decir que somos un país democrático y parecerlo, es más importante serlo, algo que no ocurre actualmente, con una «Justicia» subordinada al poder político más corrupto y reaccionario.
¿Cómo nos vamos a extrañar que la ONU condene a España y dude de la división de poderes, cuando todos sabemos y comprobamos que en España no existe y que el franquismo sigue latente en todas las instituciones del Estado? No basta con decir que somos un país democrático y parecerlo, es más importante serlo, algo que no ocurre actualmente, con una «Justicia» subordinada al poder político más corrupto y reaccionario.
En nombre
de todas las víctimas del franquismo, pedimos que no solo nos pida perdón el
Tribunal Supremo por la barbaridad su auto, si no por el dolor causado a todas
las víctimas y de inmediato se le dejen de rendir homenajes, siendo entregado a su familia y que lo entierren donde les de la gana, siempre que no sea en un lugar público o se pueda ensalzar su sanguinaria figura.
Paco Arenas, autor de Magdalenas sin azúcar, la novela que según algunos historiadores deberían leer los jóvenes.
Paco Arenas, autor de Magdalenas sin azúcar, la novela que según algunos historiadores deberían leer los jóvenes.
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