¿Qué hora es?
¿La buena o la mala?
Esas dos preguntas
eran como una contraseña entre mi padre y su consuegro, para esa noche escuchar
La Pirenaica. En ocasiones se confundían porque la buena era la solar y la mala
la que impuso Franco para que el horario español estuviese en concordancia con
el de la Alemania nazi. Ambos llevaban reloj de bolsillo y en no pocas
ocasiones se olvidaban de darle cuerda y no llegaban a la hora acordada o se
adelantaban una hora o se atrasaban, porque sus relojes marcaban una hora, la
hora oficial otra y la emisora clandestina al final adoptó la hora oficial.
Así andamos nosotros, no nos ponemos de acuerdo ni en la
hora. Parece como si todos quisiésemos que este viejo reloj que es España diese
la hora sin darle cuerda.
Ayer, a pesar del modo tan poco elegante en que hizo la
propuesta Pablo Iglesias, fue una propuesta que dejo descolocado a todo el
mundo, incluido al heredero de Franco, y no digamos a Rajoy. Por supuesto que
al PSOE, que en principio Pedro Sánchez admitió que ni los votantes socialistas
ni los de Podemos comprenderían que no hubiese un acuerdo entre las fuerzas
progresistas: PSOE, Podemos y Unidad Popular-IU.
No fueron las formas las correctas, no se puede hablar de
sillones, sino de programas, tal conforme dijo Alberto Garzón y después han
dicho todos los demás. No se puede imponer presidencia, vicepresidencia y
ministros. Sin embargo eso forma parte del cortejo de apareamiento, nada nuevo
bajo el sol, por mucho que unos lo consideren ingenioso y otros humillante.
Hoy, una vez meditado la cuestión, he llegado a la
conclusión que por "patriotismo" debemos impedir un gobierno de
izquierdas y menos si ese posible gobierno está compuesto por personas
honradas, sería acabar con la tradición. España tradicionalmente ha estado
gobernada por ladrones y sinvergüenzas, no se puede permitir acabar con las
tradiciones seculares de nuestro país. La corrupción institucional forma parte
de esas tradiciones que como la tauromaquia debemos defender por encima de toda
consideración. No pueden venir ahora a acabar con las puertas giratorias de la
noche a la mañana, es lo que se ha hecho siempre, y los españoles agradecidos
de que nos roben y se masacren toros, porque forma parte de nuestra esencia
cultural.
¿Qué pasaría si jueces y fiscales hiciesen su trabajo de
acuerdo a ley?
¿Que pasaría si realmente Hacienda fuesemos todos y no solo los tontos?
Sí los fiscales hiciesen su trabajo y los jueces también, no
habría espacio suficiente en las cárceles para meter a todos los corruptos, el
fiscal del Estado y la abogacía exigirían el cumplimiento de la ley, no serían
abogados defensores de corruptos y ladrones, la prevaricación también forma parte
de nuestra tradición secular.
Las cárceles se han hecho para pobres, no para ladrones de
guante blanco, es por ello, que ni Blesa, ni Rato, ni otros delincuentes entran
en la cárcel, porque la tradición es la que es y eso es preciso
respetarlo. Si entrase un gobierno honrado
en la cárcel estarían los Blesa, los Rato, los Bárcenas, los Soria, los Morenes...Mariano
no podría decir: Luis se fuerte, porque se demostraría lo que todos ya
sabemos...y tal vez otras cosas que podría hacerle visitar Soto del Real.
Además si se obligase a devolver a los ladrones todo lo
robado, sería un desastre económico de consecuencias inimaginables... ¿Alguien
se imagina que los bancos tuviesen que devolver los más de 500.000 pisos que
han robado en estos años, o el dinero de las cláusulas suelo, las preferentes…?
Por otra parte si se formase un gobierno de izquierdas, y
que además fuese honrado, debería de darle la oportunidad de estudiar a esos
miles de jóvenes que han tenido que gracias a la inteligente medida de subir
las tasas de manera desorbitada se han quedado fuera de la Universidad. Lo
tradicional en España es que los hijos de los pobres no estudien, y las
tradiciones es preciso cumplirlas.
Otra tradición que tal vez se intentarían cargar los
miembros de ese gobierno honrado, suponiendo que lo fuese, es el de las puertas
giratorias. Ahí ya sí que con la Iglesia hemos topado. Sería un desastre. Y más si encima eliminan las multimillonarias
pensiones vitalicias. ¿Dios mío, a dónde iríamos a parar?
En los últimos años, ha formado y forma parte de la
tradición las largas colas del paro, buscar comida en la basura, elegir entre
comer o medicarse. Está claro que son
tradiciones novedosas, pero que ya están arraigadas en nuestra democracia.
Por eso, y porque si además de honrado, de izquierdas, fuese
democrático acabaría con otra tradición milenaria en nuestra querida patria, la
forma de gobierno monárquica y por supuesto que con esa cámara de viejos parásitos que es el Senado, además de cambiar la ley electoral, eliminar la criminal Ley Mordaza, y el aforamiento que tienen los políticos en este país.
Por todo lo anteriormente expuesto, estoy en contra de un
gobierno de izquierdas, y menos si es honrado y democrático.
Está claro que va a ser difícil que ese gobierno se llegue a
formar, porque ya la gente decente, los patriotas de trapo con cuentas en
Suiza, los políticos corruptos, los medios de manipulación, ya han pedido al
rey, a los militares y a la sociedad en general, altura de miras y que sepan estar
a la altura del patriotismo del que presumen y por todos los medios eviten la
formación de un gobierno de izquierdas y el presunto honrado presidente en funciones ya ha amenazado con un bloqueo por parte del Senado de toda la iniciativa del nuevo gobierno. No se puede acabar con nuestras
sagradas tradiciones por el capricho de formar un gobierno de izquierdas.
©Paco Arenas
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