El libro "Voces
desde el más allá de la historia" nos aporta lo que todos sabemos, y
que ahora muchos historiadores comienzan a tener en cuenta, que la actual
monarquía es ilegítima desde los mismos planteamientos que le sirven como base.
Este libro aporta pruebas y una seriedad investigadora por parte de la autora,
descendiente del coronel Federico Puig Romero, presunto padre de Alfonso XII y
a la vez hermanastro de dos hijas ilegitimas de Fernando VII.
La autora María Nieves Michavila Gómez, aporta documentos
conseguidos a través de una ardua y difícil investigación y sobre todo muchas
trabas de todo tipo. Un libro serio, que merece la pena ser leído y que se
presentará el próximo viernes 5 de febrero a las 7 de la tarde en La Casa de la Cultura de
Burjassot (Valencia).
La monarquía siempre ha basado su legitimidad en la herencia
de la sangre; sin embargo nunca se ha sometido a las pruebas de paternidad, ni
antes ni ahora. A lo largo de la historia han surgido dudas sobre si quienes accedían
al trono eran sus legítimos herederos. Fue muy sonado, con guerra civil
incluida en el lote, la historia de Juana de Castilla, conocida como Juana la
Beltraneja, única hija de Enrique IV de Castilla, que curiosamente el muy católico
rey tuvo varias amantes, y ni con ellas ni con su mujer tuvo otra hija que
Juana la Beltraneja, presunta hija del favorito del rey, Beltrán de la Cueva. Como es natural, los castellanos no tragaron.
Tenían sobradas sospechas para ello, el rey había estado casado con Blanca de Navarra,
declarándose el matrimonio nulo por impotencia del rey.
Todos hemos visto que para los reyes era muy importante
tener un heredero, un hijo varón, las consecuencias en muchos casos para la reina
consorte podría llegar a ser la muerte de no quedarse embarazada o de dar hijos
que no estuviesen sanos o fuesen varones. Esto afectaba a todas las monarquías
del mundo, no solo a las hispánicas. Por tanto era muy lógico que en caso de sospecha
de esterilidad masculina se recurriese a la inseminación natural asistida. Y si
las reinas eran coronadas por los reyes, lógico y necesario es que los reyes
fuesen igualmente coronados como tales por las reinas.
Sin duda el mayor cornudo fue Carlos IV º, a pesar de
presumir de que eso era imposible. Así lo decía a su padre, el rey Carlos III º:
─ “Tú, como rey, y
yo, que lo seré, tenemos una gran suerte: nuestras mujeres no podrán engañarnos
nunca."
Asombrado el padre,
preguntó al príncipe cómo podía ser eso.
─ “Padre, es imposible. Estamos en lo más
alto. No hay nadie por encima de nosotros con quien puedan hacerlo.”.
Sin embargo su prima
hermana María Luisa de Parma, que a la vez era su mujer y la reina confesaba a Fray
Juan de Almaraz, que era su confesor:
—“Ninguno de mis hijos lo es de Carlos
IV y, por consiguiente, la dinastía de Borbón se ha extinguido en España”.
Si ella lo confesó, ¿quiénes somos nosotros para ponerlo en
duda? Lo cierto es que el rey, amante de las cacerías y bacanales que siempre
iban aparejadas con las mismas, hubo de enterarse por boca de su hermano
Fernando, rey de Nápoles.
Mucho habría que contar de ese matrimonio “real”; pero vamos
a centrarnos en dos de los protagonistas de “Voces desde el más allá de la historia” de María Nieves Michavila Gómez:
Fernando VII º, el
rey felón, hijo de María Luisa de Parma, y presuntamente de Carlos IV º, cuatro
esposas:
Le casaron primero
con su prima hermana María Antonia
Borbón Lorena, una princesa no dotada de belleza, más fea que guapa, nariz
borbónica y carácter dulce. Falleció presuntamente de tuberculosis sin llegar a
ser reina, aunque las malas lenguas dicen que fue envenenada por su tía y
suegra María Luisa de Parma.
El rey viudo, perseguía a las muchachas por palacio con su
gran miembro en la mano, del cual dicen que era de tales dimensiones que sus
médicos le fabricaron una almohadilla circular con un agujero central para que
pudiera penetrar a la reina María Cristina sin provocarle desgarros o males
mayores. El pene del rey era “fino como
una barra de lacre en su base y tan gordo como el puño en su extremidad”. Con lo cual no es de extrañar que las mozas
huyesen de él como perseguidas por el diablo.
Aunque el rey es el rey y terminó teniendo derecho a roce con muchas
cortesanas, una de ellas una bella viuda que aparece en el libro Voces desde el más allá de la historia. Vamos por parte:
No contento intento este despreciable personaje casarse con
una sobrina de Napoleón, pero el emperador no accedió y le entró la risa floja
ante tal pretensión.
Ya siendo rey de España se casó segundas nupcias con su
sobrina carnal María Isabel Francisca de
Braganza, eso es rizar el rizo, corría por Madrid comentarios que la
sobrina consorte era gorda, fea y portuguesa y que en nariz le ganaba a su tío
y esposo. Hay no quedo la cosa, de ella también enviudo sin descendencia.
Con esta reina, entró en Palacio a su servicio, como
camarera real una bella viuda. Para llegar a viuda, que ya entonces, era amante
del rey, y su viudez fue presuntamente inducida por el rey felón, su nombre era
Gertrudis Romero, viuda de Vicente Puig, del cual se falsifican una serie de
documentos para enmascarar el presunto asesinato. Con esta hermosa viuda, el
rey que era incapaz de tener hijos sanos con sus espesas y parientes, tuvo dos
hijas sanas. No desvelemos más, de lo que se puede leer en el libro
El felón , no respetó el luto y se casó con su prima segunda, y al propio tiempo sobrina
segunda María Josefa de Sajonia, dieciséis años contra los treinta y cinco
del felón, la pobre inocente criatura, no
tenía ni idea de sus deberes conyugales y su primo tío que era más bastorro y
bruto que entre catorce, intento
violarla, del susto y del miedo la pobre
chiquilla se meo las patas abajo y algo más , escandalizando a tan indeseado personaje, aun así ella no
consintió y hubo de mediar incluso el
Papa para que pudiese ser consumado el matrimonio. Pero a la tercera no fue la vencida y no se
quedaba en estado de buena esperanza ni con la intervención papal así que
también se murió.
Ya cuarentón sin
respetar el luto y desesperado por no tener heredero se casó con su sobrina
María Cristina de Borbón, esta nueva sobrina consorte, al contrario que las anteriores,
no era ni inocente, ni mojigata, supo despertar la pasión del despreciable
Borbón y presuntamente engendró dos niñas,
una de ellas la futura Isabel II, reina de corazones, siendo necesario cambiar
la Ley sálica, que impedía que las mujeres fuesen reinas, para disgusto del
hermano del rey, comenzando las guerras carlistas.
Isabel de corazones es obligada a casarse con su prima “La Paquita”,
Francisco de Asís de Borbón, que además de homosexual sufría hipospadia, que es
una malformación de la uretra que le impedía orinar de pie, porque el chorro le
salía hacía abajo.
Achacan a la reina una maliciosa frase:
— “¿Qué podía esperar
de un hombre que en la noche de bodas llevaba más encajes que yo?”.
A pesar
de su matrimonio con “Paquita” o “Paco Natillas” (así le llamaban al pobre),
Isabel tuvo la friolera de once hijos, de los que solo llegaron a la edad
adulta cinco. Uno de ellos Alfonso XII º.
Tuvo tanto amantes, que solo ella podría saberlo, llegando a
confesarle a su hijo:
—“Hijo mío, la única
sangre Borbón que corre por tus venas es la mía.”
Es por tanto difícil saber a quién pertenece la verdadera
paternidad, la mayoría de los historiadores se inclinan por Enrique Puigmoltó, hijo del conde de
Torrefiel, que durante tres años fue amigo con derecho a roce de la reina, que
le llenó el pecho de condecoraciones y títulos. Alfonso XII sería conocido por
ello como el Puigmoltejo. Pero hay otro candidato, con al menos tantas
posibilidades:
Federico Puig Romero, asesinado en muy extrañas circunstancias
en varios sitios diferentes, y de distintas maneras y modos. Hay casi tantas
versiones sobre cómo fue asesinado como amantes tuvo la reina…
Para terminar, decir que a los hijos de Federico Puig
Romero, Alfonso XII, les llamaba hermanos.
Decir que el asesinato de asesinato de Estado perpetrado
contra Federico Puig Romero y otros
militares, la torpeza y el descaro para intentar ocultar el motivo y la
culpabilidad de la reina ninfómana, terminó trayendo la Primera República
Española el 11 de febrero de 1873.
María Nieves Michavila, (descendiente directa del asesinado
Federico Puig Romero) con su libro, nos aporta y resuelve muchos misterios, que
han pasado de generación en generación, dentro de su familia. Voces desde el más allá de la historia;
pone en cuestión la legitimidad de la monarquía, no como hacemos los
republicanos, sino de acuerdo a las normas ortodoxas monárquicas, sin linaje no
hay legitimidad y por tanto, ni siquiera con sus normas, los borbones tienen
derecho a reinar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario