“Hacer un cambio en las leyes electorales ya la han utilizado muchos
personajes lamentablemente en la historia… Me estoy refiriendo a Mussolini, me
estoy refiriendo a Hitler, me estoy refiriendo a muchas personas que, aunque
llegaron de forma democrática, elegidos y una vez instalados en los gobiernos,
cambiaron las leyes electorales para continuar”.
Dolores de Cospedal lo decía en directo y diferido y ella
hizo lo propio en CLM, cambio la ley para perpetuarse en el poder tomando a los
ciudadanos de CLM por imbéciles, al eliminar el sueldo de los diputados —¿quién
se atreve a hablar de populismo o medidas populistas? — al tiempo que a su
alrededor se rodeaba de un sinfín de asesores enchufados del PP, que cobraban
lo que cinco cámaras de diputados completas, con lo cual daba por hecho dos
pucherazos en uno, en la parte de Castilla gobernada por ella se perpetuaría en
el poder y nadie que no fuese rico podría
dedicarse a la política. Afortunadamente el tiro le salió por la culata y está
rabiosa al igual que todo su partido.
Como es gente que todavía son hijos ideológicos y en muchos
casos biológicos de los golpistas que gobernaron España, los amos del cortijo, ahora
pretenden que dar un golpe de Estado Institucional por su incapacidad para
llegar a acuerdos con las formaciones democráticas. Pretende que de un 30 a un
35% sea mayoría absoluta, frente al 70% de la población. Eso sin consenso y sin
tiempo material para llevarlo a cabo, dejando fuera de los entes autonómicos a
partidos como Cs, Podemos, Izquierda Unida, en incluso en muchos casos al PSOE.
Decía Rajoy hace tan solo dos años, ante la creciente demanda
ciudadana de modificación de la injusta ley electoral actual:
“Por supuesto que se puede modificar la ley electoral española, pero lo
más importante es que cualquier modificación se haga con un gran consenso. Yo
nunca modificaré la ley electoral por mayoría“.
Los ciudadanos exigimos, deseamos un cambio en la ley
electoral, por supuesto, pero para hacerla más democrática, para que las minorías
estemos representadas. Somos muchos que
jamás votaríamos a PP ni al PSOE, ¿acaso no tenemos derecho a estar
representados?
Frente lo cual las preguntas son:
¿Pretende el PP continuar la legislatura más allá de
noviembre como parece ser?
¿La ley Mordaza, propia de regímenes totalitarios se ha
puesto en práctica para acallar a los ciudadanos?
¿El jefe del Estado está dispuesto a ser cómplice de un
partido con infinidad de dirigentes imputados o bajo sospecha por ser presuntos
delincuentes?
¿Vamos a ser tan borregos y sumisos como para consentirlo?
Y una última reflexión:
Creo que es hora de bajar los humos, la soberbia y ponernos
todos a trabajar por un proyecto común claramente de izquierdas y republicano,
porque si no al final el Régimen hará lo que le venga en gana.
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