

Los nombres de las víctimas de aquellos crueles asesinatos
fueron:
De los tres militantes del FRAP: José Humberto Baena, José
Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz, y de los dos militantes de ETA
político-militar, Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui.
Carta a sus padres de José Humberto Baena
Papá, mamá:
Me ejecutarán mañana de mañana.
Quiero daros ánimos. Pensad que yo muero pero que la vida
sigue.
Recuerdo que en tu última visita, papá, me habías dicho que
fuese valiente, como un buen gallego. Lo he sido, te lo aseguro. Cuando me
fusilen mañana pediré que no me tapen los ojos, para ver la muerte de frente.
Siento tener que dejaros. Lo siento por vosotros que sois
viejos y sé que me queréis mucho, como yo os quiero. No por mí. Pero tenéis que
consolaros pensando que tenéis muchos hijos, que todo el pueblo es vuestro
hijo, al menos yo así os lo pido.
¿Recordáis lo que dije en el juicio? Que mi muerte sea la
última que dicte un tribunal militar. Ese era mi deseo. Pero tengo la seguridad
de que habrá muchos más. ¡Mala suerte!
¡Cuánto siento morir sin poder daros ni siquiera mi último
abrazo! Pero no os preocupéis, cada vez que abracéis a Fernando, el niño de
Mary, o a Manolo haceros a la idea de que yo continúo en ellos.
Además, yo estaré siempre con vosotros, os lo aseguro. Una
semana más y cumpliría 25 años. Muero joven pero estoy contento y convencido. Haced
todo lo posible para llevarme a Vigo. Como los nichos de la familia están
ocupados, enterradme, si podéis, en el cementerio civil, al lado de la tumba de
Ricardo Mella.
Nada más. Un abrazo muy fuerte, el último.
Adiós papá, adiós mamá.
José Humberto
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