A estas alturas de la historia a nadie se le escapa del gran
fraude que se llevó a cabo contra la sociedad española, más de 37 años después perdura y sus consecuencias las sufre
la sociedad española de manera palpable, la frase hecha que mejor define esta
gran estafa es: ”Que algo cambie para que todo siga igual”. Desde el franquismo diseñaron una presunta
transición a la “democracia”, con la participación claudicante, humillante y
sumisa de PsoE y Pce, dejando en la papelera a los partidos republicanos. Resulta llamativo que en aquellos tiempos se
podía ser de extrema izquierda o nacional-católico,
falangista o nazi directamente, pero estaba terminantemente prohibido cuestionar la anacrónica institución impuesta
por el dictador.
Los republicanos con
independencia de nuestra ideología éramos ilegales, más tarde se legalizo a
ARDE, que no cuestionaba nada, y ERC, que hablaba en términos nacionalistas
catalanes, al igual que se hablaba de los disidentes de los países del Este, se
ocultaba la existencia de los disidentes españoles, “porque aquí estamos en
democracia y se puede expresar libremente las ideas”, siempre que no cuestionen
la monarquía, pero sin embargo ahí estábamos los disidentes, sufriendo nuestra disidencia
en silencio como las almorranas.
Con la “Constitución de 1978” se ataba el penúltimo nudo que le había
quedado pendiente al dictador, una constitución con apariencia democrática pero
que no sirve para nada, todos sus artículos se pueden incumplir según disponga
el gobierno de turno, salvo el blindaje a la monarquía, que eso está protegido
contra intento de democratizar el
Estado, es más con la presunta constitución democrática del 78, para cambiar la
forma de gobierno sería necesario tres tercios de ambas cámaras, convocatoria
de elecciones y que de nuevo tres tercios de las cámaras lo decidiesen. Por tanto esa virgen e inmaculada “constitución”,
la cual se pretende que tras pasar por un lupanar siendo violada repetidamente
por los partidos del Régimen a su antojo sea sin embargo ejemplo de virtud,
siendo en realidad candado de las cadenas que impiden la democratización del
Estado y por tanto no nos sirve, solo a ellos para continuar con la gran estafa
franquista.
Los impulsores de este fraude pronto se dieron cuenta que su
mayor aliado era el miedo, al mismo tiempo que el miedo se convertía en el
principal enemigo y cadenas del pueblo, es por lo que diseñaron aquel presunto
golpe de Estado de tricornios, panderetas y presuntos superhéroes coronados, el
último nudo del atado del dictador, la jugada salió redonda, en el psiquis colectivo
se inyecto el miedo a la vuelta a la dictadura, a la guerra civil al tiempo que
por un lado se lanzaba con toda la maquinaria de manipulación del Régimen la
figura de su católica majestad como ejemplo de patriotismo, moral, decencia y
dedicación a España por encima de enfrentamientos políticos, un “Príncipe de la
Paz” y un defensor de la democracia y la
constitución que ni siquiera juro porque él ya había jurado los principios del
Movimiento. Como el miedo no era
suficiente se le intento dar un aspecto más democrático produciéndose el
ascenso de PsoE al poder, para ilusión y alegría de la gran mayoría del pueblo,
incluyéndome a mí que no les vote, se modernizo el país pero sin tocar las
estructuras podridas de la dictadura, sin reparación ni recuperación de las víctimas,
las primeras provocaron que la corrupción continuase su marcha triunfal, al
saber que al igual que durante la dictadura los ladrones podían robar a su
antojo al pueblo, que no pasaba nada y que había y hay impunidad absoluta, sino
hagan memoria, todos los casos de corrupción o se han inhabilitado a los jueces, o se han
declarados nulos los procedimientos o en el peor de los casos el partido del Régimen
en cada uno de los instantes ha sido quien ha indultado a los ladrones y no ha
pasado nada ni tan siquiera han tenido que devolver lo robado. Los dos partidos
del Régimen se han encargado que el latrocinio a gran escala sea totalmente
impune a la acción de la Justicia. Ahora
también, pero hay más información, sabemos de desimputaciones, de orden de
gobierno para la no investigación, de cuentas en Suiza, de la fiscalía
haciendo de defensor de corruptos… Con un
expresidente nervioso al salir a la luz su presunta y más que probada
corrupción, con otro expresidente, auténtico líder del PsoE, al servicio de su
majestad, haciendo de Celestina entre PP y PsoE, para llegar a un gran pacto
que salve el Régimen podrido, corrupto, inútil y parasitario que padecemos con
más de seis millones de parados, sin posibilidad de recuperación, con gentes
sin casa, con padres buscando en la basura, con las jubilaciones en peligro,
para los trabajadores, que no para los parásitos, con salarios que se acercan
al esclavismo, al banco de España le parece alto el salario mínimo interprofesional
de 645€…
Ahora todos ya sabemos que ni hubo ni hay héroes, ni patriotismo, moralidad y decencia en
muchas de las actuaciones de la monarquía borbónica, que las conductas poco
ejemplares también afectaban y afectan a la corona y que los héroes solo existen
en los tebeos. El descredito del Régimen
y de todas sus instituciones está por debajo de las patas del elefante de Botsuana,
ningún miembro de las institución se libra de abucheos, ni tampoco políticos calificados
como casta parasitaria por la ciudadanía y muy acertadamente por un juez como “decadente
clase política española”.
La posibilidad de romper el bipartidismo, de que las ideas
republicanas y de izquierda avancen, de que se pierda el miedo inyectado
durante más de setenta años en la sociedad española es lo que está provocando
que le multimillonario Felipe González Márquez haga de Celestina entre Rajoy y
el sumiso y complaciente Rubalcaba para que hagan un gran pacto, no para sacar
a España de crisis, ni para dar trabajo a los millones de parados, o se deje
tener los contenedores de basura como abastecimiento de muchas personas, ni
tampoco para que les devuelvan las casas robadas a los desahuciados, no para
eso no, ese gran pacto es para que todo siga igual, porque el pueblo comienza a
no tener miedo y eso es peligroso para ellos, porque nuestro mayor enemigo no
son ellos, somos nosotros mismos, nuestro miedo, si perdemos el miedo serán
ellos quienes tengan miedo, comienzan a tenerlo, pues hagamos de una puñetera
vez que el miedo cambie de bando, no seamos sumiso bueyes, seamos furia española,
poco nos queda ya por perder, perdamos el miedo y no perdamos la dignidad.
Juntos…¡Podemos!
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