
Al extraterrestre le hubiese llamado la atención el motivo
de por qué tal número de trabajadores tras los mostradores si no había clientes
que atender, con todas las luces
encendidas en plan derrochador. Se hubiese extrañado por el motivo que hace
que sabiendo los dueños de esas empresas que va a ser mucho mayor el gasto de
personal y energético que los beneficios reportados, no comprendería desde su lógica
que los patronos se empeñen en abrir y
asumir unas innecesarias pérdidas económicas.
Pase por la puerta de un dos o tres Mercadona , el parking lo decía todo, prácticamente
vacío. Las tiendas, los pequeños
comercios, obligaron a sus empleados a
acudir, llevando a cabo un ridículo ritual, bajar persianas, subir persianas,
para al rato volver a bajar, menos mal que algunas persianas funcionan ya con
motor, aun así provocarían alguna merecida lumbalgia.
Con lo fácil que lo tienen hacer lo mismo que la peluquería a
la que fui el martes 13 de Burjassot, un cartel bien visible “Mañana cerrado
por huelga general”, la propietaria me dijo que sus trabajadores cobrarían igual,
pero que ella la apoyaba – Además así al menos me ahorro la luz, malas caras y
algún disgusto -
Otra de las cosas que extrañarían a ese extraterrestre,
seria comprobar como hasta las 9 de la mañana en ciudades como Valencia, las
farolas permanecían encendidas a pesar de que en otro día cualquiera antes de
que despunte el alba, ya están apagadas, ¿Qué extraña razón les movía a
determinados ayuntamientos, a los cuales se les ha llegado a cortar el
suministro eléctrico a mantener las farolas encendidas hasta media mañana?

El extraterrestre quedaría sorprendido de que
si bien participamos menos personas en la misma que en anteriores convocatorias,
entre otras cosas porque cada vez somos menos quienes podemos participar en las
mismas, porque somos cada vez menos
quienes todavía tenemos trabajo y otros porque fueron presionados por los
piquetes empresariales que fueron mucho más violentos que los sindicales. Luego por la tarde estuviesen las calles tan
abarrotadas de manifestantes, no
recuerdo manifestaciones tan multitudinarias desde el “No a La Guerra” contra el trio de las Azores, la de Valencia
solo se puede definir con una palabra “IMPRESIONANTE”.
A las cinco y media la Plaza san Agustín de estaba
abarrotada de gente, no cabía un alma, aunque la manifestación debía partir a
las 6:30. A las seis ya estábamos en marcha a ritmo de charanga. Las banderas
predominantes eran las sindicales, de CCOO, UGT, Intersindical Valenciana y CGT
pero había también muchas republicanas, especialmente cerca de la plaza de
toros y un pequeño grupos de esteladas independentistas, eso sí, no vi ni una
sola monárquica, ¿Por qué será, que esa bandera “tan española” no aparece nunca
en ninguna manifestación popular?
Yo Iba en cerca de la cabecera, cuando llegamos al paseo de
la Alameda la cabecera, todavía quedaba gente que no había comenzado la marcha en la plaza San Agustín, más de tres
kilómetros. Tal era el número de
personas que tras leer por primera vez el manifiesto se nos pedio que desalojásemos el paseo de La Alameda para
que pudiesen acceder al mismo la gente que estaba llegando, cosa que hicimos
por el margen derecho del viejo cauce del Turia, en dirección al Pont de Fusta(
Puente de Madera) parecía otra manifestación, al llegar a mi coche, cincueta minutos después, la Cadena Ser informaba que en esos momentos salían los últimos
manifestantes de la plaza San Agustín, cincuenta minutos después de salir yo
del Paseo de La Alameda, donde el portavoz de los sindicatos dijo que estábamos
350.000 asistentes, seguro que no éramos tantos, pero más cerca que de los
35.000 dicho por la delegación del gobierno.
35.000 Ja,ja,ja, ja,ja,ja.
Para mí el éxito posible de la huelga ha sido contundente,
el éxito allí donde el piquete empresarial no podía
llevar a cabo ningún tipo de presión ni en favor ni en contra de la huelga,
allí donde solo mandaba la voluntad de las personas de protestar o no contra la
vandálica política económica del Gobierno, de la Troika y del terrorismo
financiero, allí, en las calles, avenidas y plazas de la futura república
Española, allí fue un éxito claro y rotundo y el extraterrestre estoy seguro que
estaría de acuerdo conmigo.
El extraterrestre antes de coger su nave de regreso se preguntaría
el motivo por el cual tantos soportamos la injusticia y la inmoralidad de unos
pocos.
Pero a pesar del éxito rotundo de las manifestaciones, a
pesar de ese derroche de libertad pisando las calles de España, si continuamos
siendo dócil ganado terminada la huelga, si no continuamos dando pasos hacia
adelante, hacía un estado realmente democrático y justo, hacía la república,
ese éxito no habrá servido de nada.

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