Cuando
uno escucha la palabra “Lesa majestad” o delito de injurias a la
corona, piensa en episodios del antiguo régimen, de países anclados en
el pasado más oscuro de la historia, posiblemente no hay nada más
anacrónico dentro de la institución, ya de por si anacrónica, que el
delito de “Lesa Majestad” o injurias a la corona. Uno piensa, en
España, en mi país esto no puede suceder este ridículo anacronismo,
luego se da cuenta que está equivocado que la realidad es otra muy
distinta, que aunque esto no es Tailandia, sí puede ir una persona
hasta nueve años a prisión por criticar a su católica majestad, por
quemar unos simples papeles con una fotografía, por sacar trapos
sucios o por hacer una caricatura en la portada de una revista
satírica, el último caso conocido es el del coronel Martínez Ingles,
para el cual la Audiencia Nacional, sucesora directa del Tribunal de
Orden Público franquista, procesa al coronel Martínez Inglés por un
artículo sobre el rey.
La ley
brinda todo tipo de crítica, fundada o no, veraz o no sobre su católica
majestad, en estos tiempos que corren la inviolabilidad
constitucional, de cualquier ciudadano español debería ser algo del
pasado, pero está ocurriendo en pleno siglo XIX, perdón quería decir
XXI, aunque en este caso como en otros el orden no altera el producto,
las leyes de protección de la monarquía son anteriores al siglo XIX. La
verdad es que la Casa Real cada día que pasa nos lo pone más difícil a
los ciudadanos con pensamiento propio, no abducidos por los medios de
manipulación de masas, para no caer en el delito de “lesa majestad” o
injurias a la corona, son los miembros de la propia Casa Real, quienes
ofenden a la corona, quienes ofenden a la patria con sus actos, quien
simplemente los da a conocer no debe ser juzgado por ello, siempre se ha
dicho que “la mujer del Cesar no solo debe ser decente, sino
parecerlo”, aunque en el mi opinión “la monarquía o las Casas Reales,
no solo deben aparentar ser decentes, sino serlo”.
Según Wikipedia:
Como
podemos ver el delito de lesa majestad se mantiene en las monarquías de
África y Asia, en países de dudosa legalidad democrática, Marruecos,
Arabia Saudí, Emiratos Árabes y demás, países seudo-democráticos o
dictatoriales.
Un
repaso por las distintas monarquías europeas nos permite comprobar que
como dije anteriormente, lo más anacrónico de la institución más
anacrónica que existe en determinado países, que es la monarquía, es el
delito penado hasta con cárcel denominado “Lesa Majestad”, o injurias a
la Corona, delito que solo se presenta en países donde la democracia
es una quimera, como los países musulmanes, asiáticos y …., sí, y en
España, la monarquía más anacrónica de la vieja Europa, a pesar de ser
la última en reinstaurarse, o no, es la continuidad de la monarquía
dictatorial que instauro un criminal general, al cual su católica
majestad ha dicho en muchas ocasiones admirad, la única que blinda a la
Casa Real contra toda lógica democrática, es por tanto un Régimen
ilegal, surgido de acciones llevadas a cabo a base de crímenes contra
la humanidad, que no han sido ni serán juzgados, porque aquí se mata al
mensajero, sea periodista, coronel o juez.
Debo
decir, que ni me han interesado, ni me interesan los asuntos llamados
del corazón o de las vísceras, ni de las Casas Reales ni de las
“Belenes Esteban” que pululan por los medios de papel satinado o
televisiones varias, pero aquí voy a poner la ejemplaridad de tres de
las principales y “modélicas” monarquías europeas, de todos sus actos
se ha dado cumplida información al mínimo detalle en sus propios
países:
Reino Unido de la Gran Bretaña:
Sacar a
la luz los deseos de Carlos de Inglaterra de convertirse en tampón para
absorber los flujos menstruales de Camilla Parker, hubiese sido
considerado delito de “lesa majestad”. En los mencionados países sin
tradición democrática o ausencia de la misma. Criticar las
horripilantes pamelas de la reina de Isabel de Inglaterra, imposible,
llamar al nazi de su nieto fascista, ni se sabe. Los escándalos
sexuales del príncipe consorte Felipe de Edimburgo contados por la
prensa británica con pelos y señales, los cuernos del príncipe Andrés, o
adulterios en doble dirección de diversos miembros de la Casa Real
Británica, han estado a la orden del día, día sí y día también, sin
que se procesase por ello a ningún periodista.
Juliana de Holanda y Bernardo de Lippe-Biesterfelds
Holanda
Algo
parecido ocurre en Holanda, comenzando con un príncipe consorte metido
en negocios sucios, el marido de la reina Juliana nunca fue juzgado
por el escándalo” Lockheed”, los holandeses supieron al día de lo
corrupta de la monarquía de los tulipanes, la reina estuvo a punto de
abdicar y él dejo de poder vestir el uniforme de general de la fuerza
aérea, una tontería, lo lógico es que hubiese ido a prisión y los
holandeses hubiesen mandado a tomar por donde amargan los pepinos a la
monarquía, pero bueno se les dijo de todo y no pasó nada de nada. Este
espécimen de la realeza diez años más tarde dono una cantidad
millonaria a un grupo paramilitar que traficaba con marfil, no sé qué
obsesión tienen los reyes con matar elefantes.
Bélgica
El
príncipe Laurent de Bélgica, desvió la partida destinada a la armada
para construir su palacio particular, que los marineros no cobrasen era
secundario, lo principal, construir su palacio de soltero, la
cantidad robada no se puede cuantificar debido a la opacidad de las
monarquías, el rey de los Belgas hubo de salir a pedir perdón en nombre
de su hijo, le prohibió la entrada en actos oficiales al Palacio Real,
pero continuo dándole la asignación de 300.000 euros anuales, en lugar
de mandarlo a la cárcel. Como las Casas Reales lo que más les importa
es las apariencias, ese mismo rey amenazaba a otro de sus hijos, de
nombre Felipe, con retirarle de la línea de sucesión si seguía
manteniendo relaciones íntimas con otro hombre, por lo que le busco una
mujer con la que presuntamente tuvo cuatro hijos, que fuesen suyos o
no eso es otra historia.
La
prensa también en Bélgica no se ha callado nada ni ha omitido detalles,
y no ha pasado nada, ningún periodista ha ido a la cárcel. De todos
modos, ni todas las monarquías ni todos los reyes son iguales, a pesar
de no dejar de ser un auténtico impresentable el rey de los belgas,
trago sapos y culebras y reconoció la paternidad de una hija bastarda
habida de una relación con una baronesa y en discurso navideño de 1999
reconoció su relación adúltera y la paternidad de su hija bastarda,
otros no lo hacen, cuando lo más sagrado debería ser el derecho de todo
hijo a ser reconocido como tal, no hacerlo en Bélgica o cualquier país
democrático es una inmoralidad.
El
resto de las monarquías europeas andan por caminos bastantes
similares, tanto en el tema de camas equivocadas, como negocios
ilícitos y sobre todos de hijos no reconocidos, las familias reales no
dejan de ser familias normales con la vida regalada, instituciones tan
inútiles e innecesarias como costosas y prescindibles, que no tiene
sentido a estas alturas de la historia su existencia.
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sábado, 3 de noviembre de 2012
Matar al mensajero, "lesa majestad" La Audiencia Nacional procesa al coronel Martínez Inglés por un artículo sobre el rey
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