lunes, 29 de julio de 2013

Queipo de LLano, el marqués genocida



Siempre he tenido muy claro, que Queipo de Llano no fue uno más, o sí, pero fue tal vez el único de los generales golpistas que provocaron tantos muertos en la zona republicana como en la de los golpistas. Si, muchos de quienes murieron defendiendo la legalidad  fueron asesinados por los partidarios de los generales golpistas, pero muchos de quienes murieron en la zona controlada por el Gobierno legítimo, fue por culpa del General Queipo de Llano y sus exabruptos ante los micrófonos de Radio Sevilla.      Fue la estrella de la radio fascista. Toda su personalidad, cruel, bufonesca y satírica, con mal genio y peor intención.  Soltaba las barbaridades que le pasaban por la cabeza, sin calcular las consecuencias, con su voz borracha de aguardiente, acompañado por sus secuaces.




Sus emisiones estaban repletas de anécdotas groseras, chistes, insultos, cosas tan absurdas como estremecedoras, hablaba de los asesinatos cometidos por sus fuerzas durante el día, de los que cometerían al día siguiente cuando entrasen en tal ciudad o pueblo, de lo que habían hecho con las mujeres e hijas de los republicanos, de lo que al día siguiente iban a hacer con las mujeres e hijas de los republicanos del pueblo o ciudad donde fuesen a entrar los golpistas.  Llamaba a Prieto, cacique, gordo, estafador, a la Pasionaria le llamaba prostituta de burdel, pero con sus aguardentosas, mentiras que eran tomadas por ciertas, especialmente en el caso de La Pasionaria, mujer de un minero, que llevaba una vida austera  y combativa y que si se le llamaban la Pasionaria era por su gran elocuencia.  Sus emisiones de borracho, en ocasiones le hacían decir verdades y en cierta ocasión llego a decir “Canalla fascista” en lugar de “canalla marxista”.- Alguien le corrigió y sus palabras fueron estas:

“¡Qué más da!», dijo el general. « Los dos son canallas» Y luego, sin detenerse: «Sí, canalla roja de Málaga, espera hasta que llegue ahí dentro de diez días! Me sentaré en un café de la calle Larios bebiendo cerveza y por cada sorbo mío caeréis diez. Fusilaré a diez» continuó a voz en grito, «por cada uno de los nuestros que fusiléis aunque tenga que sacaros de la tumba para hacerlo. “


La mayoría de sus programas acababan de manera parecida « ¡Canalla marxista! Canalla marxista, repito, cuando os cojamos sabremos cómo trataros».

Ocurría pues que en las zonas leales  que estaban próximas a caer en manos de los golpistas, tomaban venganza por anticipado provocando muertes entre las gentes sospechosas de apoyar el golpe.

Queipo de Llano, aparte de un genocida, fue un traidor, bueno, como todos aquellos que se levantaron en armas contra el gobierno legítimo de la república.  Había sido republicano desde la caída de la monarquía, juró fidelidad al gobierno, que puso en él su confianza, para después faltar a su juramento y traicionarle.  Sus retransmisiones sembraron el terror por igual en ambos bandos. provocando el terror y la muerte  en ambos lados de la trinchera.
No solo asesinaba a los republicanos, sino que a los asesinos  le estaba permitido robar los bienes del asesinado, así lo relata Paqui Maqueda:

“Tras su asesinato sus bienes fueron incautados según el Bando de noviembre que el excelentísimo General del Sur, Don Gonzalo Queipo de Llano, urdió para quedarse con los bienes de las personas que eran “ajusticiadas”   por su condición de rojos. Sin más tribunal ni juez que las órdenes que éste criminal de guerra (conocido como el “carnicero de Sevilla”) dictaba a placer. 

Algunas perlas de este   de entrar en Malaga:

“¡MALAGUEÑOS! Me dirijo en primer lugar a los milicianos engañados. Vuestra suerte está echada y habéis perdido. Un círculo de hierro os ahogará en breves horas; porque si por tierra y aire somos los más fuertes, la Escuadra leal a la dignidad de la Patria os quitara toda esperanza de huida, ya que la carretera de Motril está cortada.”

Después de entrar en Málaga, cuando los  civiles huían, fueron masacrados sin tener en cuenta que se trataba de familias enteras, con mujeres y niños,  por la aviación franquista y así lo relataba el señor marqués con su voz de borracho:

“A los tres cuartos de hora, un parte de nuestra aviación me comunicaba que grandes masas huían a todo correr hacia Motril. Para acompañarles en su huida y hacerles correr más a prisa, enviamos a nuestra aviación que bombardeó incendiando algunos camiones.”

Y no mentía este criminal de guerra. Hasta los años los años 60, los camioneros conocían la N-340 Málaga-Almería como la “carretera de la muerte", todavía entonces, al pie de los barrancos y cunetas seguían apareciendo esqueletos por centenares de hombres, mujeres y niños.

Promovía la violación masiva de mujeres y niñas, que ofrecía a legionarios y moros como si fuesen parte del botín:

“Nuestros valientes Legionarios y Regulares han enseñado a los cobardes rojos lo que son hombres de verdad, y a sus mujeres. Esto está justificado, porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora, al menos, sabrán lo que son hombres de verdad, y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen.”

Creaba odios, provocando muertes entre republicanos y fascistas, se llegaba a dar el caso de gentes de izquierdas que mataban a otros de izquierdas para librarse ellos de la muerte, pero también otros que asesinaban a personas por la sospecha de que fuesen derechistas y pudiesen ser asesinados antes o después por ellos:

” Mañana tomamos Peñaflor, así que vayan las mujeres de los rojos preparando sus mantones de luto. Estamos decididos a aplicar la ley con firmeza inexorable: Morón, Utrera, Puente Genil, ir preparando sepulturas. Yo os autorizo a matar como a perros a todo aquél que se resista a vosotros, que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda culpa.”

Cogió prisioneros a los familiares del general Miaja:

“Miaja, tengo a tu familia y ellos pagarán con sus vidas lo que tú hagas. Uno a uno, con sus pieles haremos carteras y petacas.”

Promovía la venganza y el odio:

“Ya conocerán mi sistema: por cada uno de orden que muera, yo mataré a diez, y a sus dirigentes que huyan, los sacaré de la tierra…y si están muertos los volveré a desenterrar y los volveré a matar.”

En San Fernando quedaron atrapados muchos civiles que huían del terror de la guerra fratricida, así se refería a ellos el señor marqués de Ruiz Gallardón:

“En San Fernando tenemos a muchos familiares de los tripulantes de la escuadra pirata, nos servirán de rehenes y sus vidas responderán de los nuestros que mueran en San Sebastián. La célebre Pasionaria la ha tomado conmigo porque no se da cuenta de que la admiro, por haber sabido ascender desde criada de 30 reales a primera figura del régimen.”
Así recuerda el cronista Arturo Barea la entrada en Sevilla de las tropas golpistas:

“Una vez consolidada Sevilla, el Tercio y los Regulares llegados de Cádiz, desataron el terror africanista en los barrios que aún resistían, con uso indiscriminado de artillería pesada.”
“Cuando atacaban estas tropas, no conocían límite a su venganza ante la muerte de un legionario, y degollaban a su paso a cuantos hombres encontraban hasta que se entregaba el que había cometido el crimen. Yo fui testigo ocular de su paso por barrios en los que sólo quedaron incendios y calles sembradas de hombres, mujeres y niños degollados.”



El gobierno neofascista español enaltece el terrorismo fascista y criminal de la extrema derecha, incumpliendo la Ley de Memoria Histórica y renovando el título de  Marqués, a este criminal terrorista. Después de todo esto, con independencia de que una persona sea de derechas o de izquierdas, a no ser que seas un fascista como él ¿puede haber alguien honrado que quiera renovar honores a un criminal de tal envergadura?

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