La sociedad española en general tiene claro que al actual
Estado no tiene viabilidad alguna, ni en su funcionamiento tan caótico como
catastrófico, ni por supuesto su actual
sistema de gobierno socialmente criminal y con unos grados de corrupción
desconocidos en los anales del poder político y económico. En muchos casos superando al franquismo tanto
en cuanto corrupción como al desprecio hacía las capas sociales más
vulnerables, todo ello agravado por el cinismo y la prevaricación en todas sus
formas habidas y por haber, especialmente a la hora de aplicar la “justicia”,
protegiendo a determinados delincuentes de manera bochornosa.
Mentiras absurdas y sin sentido – Lo relativo al DNI nº14, o
las cuentas en Suiza, que curiosamente salen “cuenta con paga” - Amenazas a
jueces, a organismos del Estado, ordenes prevaricadoras para que Hacienda no
investigue a determinados ciudadanos presuntamente corruptos, manipulación de
datos y creación de falsas realidades tan increíbles que se notan a la legua
que mienten como bellacos. Fiscales que
hacen de abogados defensores…
Insulto a los ciudadanos que estamos hartos de la corrupción
y que exigimos transparencia y democracia y sobre todo que dejen de mentirnos y
tratándonos como imbéciles, y que llaman
maleducados, cuando ellos no solo
demuestran poca educación sino que viviendo cual parásitos a costa de quienes
sufrimos sus recortes no reparan en gastos, lujos y mentiras, demostrando con su altanería y su desprecio a nosotros, a
nosotros que somos quienes les
mantenemos a cuerpo de rey. Son ellos quienes demuestran no solo no tener
educación sino tampoco ética ni vergüenza.
Está claro que los
ciudadanos en su conjunto estamos más que hartos de tanto abuso, mentira y
falta de ética no del gobierno ni de absolutamente ninguna institución, son muy
pocos los ciudadanos, en conversaciones a pie de calle, quienes no critican la actual situación y a
sus culpables, coincidiendo la inmensa mayoría, al menos entre los círculos que
yo me muevo, que son bastante amplios.
Sin embargo, a pesar del convencimiento de que este sistema
está podrido y nos lleva inexorablemente
al abismo, como pueblo y como nación - un barco en medio del océano con
un inmenso boquete en su casco - me encuentro con dos posturas cuanto menos
llamativas, que por mucho que intento comprender no lo consigo.
El primer grupo se
encuentran personas sin ideología de izquierdas, aunque algunos se consideran
como tales, son personas que siempre o casi siempre han votado al PP o PsoE, personas desclasadas, que se sienten
escandalizados por la actual situación,
y por tanto piensan que es imprescindible una regeneración total,
creando un Estado moderno y funcional, piensan que es necesaria una
República. A pesar de haberse definirse como apolíticos se sienten identificados con
la actual bandera monárquica, que llaman de “España” o “española” y la cual han
colocado en balcones o han salido a la calle a celebrar la victorias de la
“Roja” no estando dispuestos a renunciar a la misma por nada del mundo, como si
en ello les fuese existencia “Estoy en contra de lo que estoy pasando pero ante
todo soy español y me siento orgullosos de serlo”.- Me decía no hace mucho un
amigo. A estos amigos, a los cuales medio en broma,
medio en serio les llamo “patriotas de trapo”-
Hay un segundo grupo, de aquellos que se dicen de
izquierdas, que ponen verde al Gobierno, al príncipe, a Leticia, a Urdangarín a
la desimputada del DNI nº14 y sobre todo al cazador de Botsuana, que dicen de los mismos cosas que ni tan
siquiera yo me atrevería a poner aquí y que si en lugar si fuesen reproducidas
aquí tendría problemas con la “justicia” y la censura que impone la virgen
violada del 78. Sin embargo justifican ciertas
actitudes del PsoE, consideran que no hay que forzar las cosas, que todo lleva
un proceso y que tal vez España no está preparada para dar un paso tan importante
como la instauración de la República, como si tuviesen miedo, un temor
enfermizo que sabiendo que están con un tumor maligno que debe ser extirpado
prefieren continuar su agonía antes que arriesgarse a una operación que les
podría salvar la vida.
La palabra “República” despierta muchos temores, incluso
entre personas que nada tienen que temer, ignoro si es por ignorancia, abducción,
cobardía o por ser sencillamente unos reaccionarios. La lógica no funciona en este caso, la
mentira más torpe puede ser el clavo ardiendo que necesite mucha gente para
continuar apoyando este régimen podrido que está destruyendo España, y lo que
es peor a sus gentes.
La República no es algo a lo cual se le deba temer,
simplemente es una forma de Estado en la cual todos sus miembros son elegidos
de manera democrática, sin que ninguno
de ellos pueda escapar a la acción de la Justicia, donde no hay DNI nº14, ni nº
10, donde no hay vasallos sino ciudadanos, donde todos están obligados a
responder ante la ley y a tributar a Hacienda, en el caso de la República
Española, si algún día la hay, las
frases mentirosas de: “Todos los españoles somos iguales ante la ley” o “Hacienda
somos todos” serían una realidad. Solo los parásitos y los corruptos deben
temer a la República, los ciudadanos nunca.
Resulta triste que sean muchos los españoles todavía hoy
tienen dudas sobre cuál debe ser la decisión que deberían tomar ante la actual
situación. No son tiempos de temores
sino de decisiones. No son tiempos de esperar a ver qué pasa sino de hacer
camino hacía la República.
Publicado también en Unidad Cívica por la República
Publicado también en Unidad Cívica por la República
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