CARLOS III, "EL DESPOTA ILUSTRADO"
Un despota ilustrado entre dinastía más impresentable de España, los borbones, Carlos III
Un despota ilustrado entre dinastía más impresentable de España, los borbones, Carlos III
Carlos III, tal vez por su personilidad parecía más uno de aquellos Austrias obsesionado por la religión, fanático como él solo, sin embargo intento modernizar España, lo cual no quiere decir, que como todos los borbones tuviese más sombras que luces, aunque sin dudas brillaba como el sol comparado con cualquier otro borbón conocido hasta el presente.Fue hijo del primer rey Borbón que gobierna en
España, Felipe V ”El Guarro” y de Isabel de Farnesio “La madrastra, mala malísima”. Acedió al trono español tras el fallecimiento de su hermanastro, Fernando VI “El
Melancólico” que a su vez había sucedido a Luis I “El Robamelones”. Fue por
tanto, el tercer hijo de Felipe V que ostentó la corona del España. Tenía experiencia, al haber sido rey de Nápoles.
Carlos III fue un rey que no se le pueden criticar muchas
cosas, fue un gran alcalde de Madrid, transformo el estercolero que era en una ciudad a imitación de Paris, siguiendo el lema del
Despotismo Ilustrado “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. La capital de
España pasó de ser la pequeña villa de los Austrias, donde únicamente se
centraba la administración del Estado, a una auténtica ciudad, al estilo
europeo. Existían altos grados de insalubridad, los cerdos andaban libremente por sus calles,
así como todo tipo de animales, el andar por sus calles sucias era preciso sortear el estiércol
de los caballos y el orín de los cerdos, mezclado con gallinaza y defecaciones
varias, incluyendo las aguas sucias que volaban desde las ventanas . En definitiva
no había un buen sistema de desagüe. No obstante, Madrid era punto de salida y
llegada de tres vías comerciales: Castilla (desde la que llegaban cereales y
ganado), las ciudades costeras (que conectaban con el Mediterráneo y el
Atlántico) y la América colonial. Carlos III intento cambiar esta situación, consiguiéndolo
en parte; la ciudad fue embellecida, se
construyeron palacios, la famosa diosa Cibeles, la Puerta del Sol, la Academia
de Bellas Artes…
Sufrió su propia revolución, el motín de Esquilache, La
movilización popular fue masiva y llegó a considerarse amenazada la seguridad
del propio rey. No obstante, a pesar de su espectacularidad y su extensión o
coincidencia de revueltas por causas semejantes en otros lugares de España, la
más evidente consecuencia política del motín se limitó a un cambio de gobierno
que incluía el destierro del marqués de Esquilache, el principal ministro del
rey, al que los amotinados culpaban de la carestía del pan, y que se había
hecho extraordinariamente impopular como consecuencia de la prohibición de
algunas vestimentas tradicionales. Su
condición de italiano contribuyó de forma importante a ese rechazo. Las
iniciales medidas de apaciguamiento y el especial cuidado que a partir de
entonces se puso en el abasto de Madrid fueron suficientes para garantizar el
orden social en los años siguientes.
Algo sumamente importante, casi lo más importante de su reinado
(IRONIA) fue darle la independencia administrativa a Pinarejo el 23 de Julio de 1765, con respecto al
Castillo de Garcimuñoz, dejando de ser aldea para convertirse en municipio, hay
que decir que el proceso se comenzó con Fernando VI, por tanto Pinarejo como municipio independiente tiene ahora 248 años justos, ya veremos si llega a los 250, si se fusionan ayuntamientos por los recortes.
Era un rey muy aburrido, por lo que no dejaba de ser un rey
y un déspota que dio poco que hablar, una muestra de su aburrida persona era su
menú:
El menú de Carlos III:
Cada mañana desayunaba chocolate, siempre en la misma taza.
Además, los platos del almuerzo y de la cena eran idénticos: sopa, ternera
asada, un huevo fresco, ensalada (con agua, azúcar y vinagre) y vino dulce de
canarias. Cuentan que en una ocasión se olvidaron
del huevo y ya no comió nada en todo el día.
Carlos III, quien por cierto, vivía atemorizado por la
locura que padeció su padre, su hermanastro y también padecía su hijo, se sometía para
evitarla a un obsesivo y metódico modo de vida.
Fue muy mal hermano, arrebató a su hermano el infante Luis todos los honores y títulos, le obligó a contraer un matrimonio morganático, o sea con una persona de rango inferior, designada por él, determinando que los hijos de dicho matrimonio no llevarían el apellido Borbón ni serían considerados parte de la familia real.
Fue muy mal hermano, arrebató a su hermano el infante Luis todos los honores y títulos, le obligó a contraer un matrimonio morganático, o sea con una persona de rango inferior, designada por él, determinando que los hijos de dicho matrimonio no llevarían el apellido Borbón ni serían considerados parte de la familia real.
El hermarno del rey hubo de casarse con la zaragozana Teresa
de Vallabriga, hija de un militar. Tuvieron tres hijos: Luis, Teresa y Maria
Luisa, que llevaron el apellido Vallábriga durante la primera parte de su
vida. Muerto Luis en 1785, su esposa y su hija Teresa y María Luisa
fueron encerradas en un convento para evitar que contrajeran matrimonio con
algún noble y allí estuvieron encerradas hasta que la reina María Luisa de
Parma tuvo necesidad de una consorte de rango para su amante Godoy e intrigó
para que su marido Carlos IV les devolviera el apellido Borbón y las llevara a
la corte, es decir que fueron encerradas por miedo a hacer sombra en el trono y
salieron para poder hacer al rey Carlos IV el cornudo mayor del imperio español. Fue así como Teresa de Borbón y Vallábriga
contrajo matrimonio con Godoy en 1796, tras pasar toda su vida en el destierro
y una década encerrada en un convento.
Con esta esta boda, nacieron
nuevos horizontes a los hijos del
hermano de Carlos III, pero eso pertece a otra historia borbónica, ahora estamos
con Carlos III.
Aunque a sus fundaciones les puso de nombre San Carlos, como
estamos viendo, de santo no tenía nada y era un cacho cabrón como los
anteriores.
Soy castellano y me siento orgulloso de ello, pero no me
gusta que se imponga mi lengua a la fuerza, este rey, Carlos III, tuvo la “brillante”
idea de que todos los pueblos bajo su
dominio en América se expresasen en castellano y que la lengua de Castilla
fuese el idioma único y universal en sus dominios, ordenando que se
construyeran escuelas en todos los pueblos indios y se enseñase a los indios a
leer y escribir en castellano, algo realmente irónico, ya que en España, no
puso ningún interés para que los niños aprendiesen a leer y escribir en su propia
lengua, al mismo tiempo prohibió el uso de las lenguas indígenas, para lo cual
elaboro un catálogo de severos castigos, al mismo tiempo que se daba
preferencia a los castellano parlantes
para acceder a determinados oficios. Fracasando por la falta de recursos, la dificultad geográfica por lo extenso del imperio y sobre todo por la oposición de los terratenientes criollos, que
pensaban que “un indio leído era un indio perdido”.
Con la muerte de Carlos III en 1788 terminó la historia del
reformismo ilustrado en España, el estallido de la Revolución francesa al año
siguiente provocó una reacción de terror que convirtió el reinado de su hijo y
sucesor, Carlos IV, en un periodo extraordinariamente reaccionario. A continuación por torpeza borbónica, la
invasión francesa arrastraría al país a un ciclo de revolución y reacción que
marcaría el siglo siguiente.
Enlaces relacionados: Historias borbónicas con un poco de humor y mala leche
La torpeza borbónica (con la pequeña excepción del rey Carlos III que practico el despotismo ilustrado) es intrínsica a la especie con la excepción del primer borbón Enrique III de Navarra y IV de Francia ("París bien vale una misa"). La peor de las dinastías monárquicas nos ha caído a nosotros..., que listos los franceses que inventaron la guillotina, con ello no soy partidario a estas alturas de quitar la vida a nadie, pero si de dar una fuerte patada en los "regíos" gluteos (aunque a estos los de regios le viene por obra y gracia de Franco, dado que el último borbón reinante al huir de España dimitió pues se acabó esa anacrónica institución) y que se vayan bien lejos del país, previamente, dejando en caja lo mangado durante estos años. Salud amigo
ResponderEliminarEfectivamente este rey, Carlos III, al menos intento modernizar el país, pero aun así fue un déspota en todo el sentido de la palabra, a diferencia de no ando con amantes varias, siendo fiel a su esposa con la que llego a tener la friolera de 13 hijos, pero el intento de eliminar identidades culturales en América a través de la educación fue déspota, , cuando sin embargo en España, casi nadie sabía leer ni escribir, hubiese sido interesante que hubiese comenzado por aquí, posiblemente España hubiese avanzado más rápidamente. Es un rey que creo que resulto positivo para España, tal vez el único, especialmente para Madrid. De hecho cuando comencé a escribir mis historias borbónicas estuve a punto de saltármelo por aburrido, pero claro luego salió el tema de su hermano Luis y demás y ya investigue. Sin embargo su hijo y sobre todo su nieto son dos auténticas joyas representativas de la familia borbónica, dignas de la malvada Isabel de Farnesio.
ResponderEliminarUn saludo Salva.
Carlos III , considerado prototipo de déspota ilustrado,será un caso parecido a los reyes europeos del momento,amigo de pensadores,filósofos y eruditos, muy paternalista, amigos de ciertas reformas pero opuestos a todas aquellas que pudiesen limitar su poder.El despotismo ilustrado estaba condenado al fracaso porque dejaba intacta la esencia del A. Régimen,buenas intenciones ( colonización de Sierra Morena,intento de acabar con el deshonor que suponía el trabajo...)pero nada más.La Revolución francesa,violenta y con guillotina fue imprescindible para acabar ( durante un tiempo ) con el sistema del ya mencionado A.Régimen.Esperamos Paco , con impaciencia el siguiente capítulo de Carlos III, Mª Luisa y el guaperas de Godoy. Un saludo a todos y feliz verano.
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