¿Otoño caliente? No, ardiendo.
El otoño, el invierno, dan miedo e inquietud, no se ve
intención de enmendar la situación, parece que se busca la huida hacia
adelante, siempre perjudicando a los ciudadanos en general y a los más
desfavorecidos en particular.
La historia se aprende, la ortografía se aprende, la aritmética se aprende, pero si no se comprende la historia, si no se comprende la ortografía, si no se comprende la aritmética, pueden servir para aprobar un examen, pero una vez pasado el examen, si no has comprendido las materias, se olvidan y caen en saco roto; esto parece pasarles a nuestros políticos del Régimen, han aprendido la forma de llegar a colmar las instituciones más altas con sus elegantes presencias, han manipulado a los ciudadanos, hacen y deshacen a su antojo, mienten con descaro, hablan de herencias recibidas, aplican recortes en sanidad, en educación, en dependencia, en todo tipo de servicios sociales, suben el IVA de los productos de primera necesidad, de la cultura, pero no de los artículos de lujo, suben los impuestos a los ciudadanos, pero amnistían a los defraudadores y a las grandes fortunas les bajan el tipo, permiten que los bancos roben las viviendas de aquellos que por la crisis no pueden hacer frente a las hipotecas, no se da ni tan siquiera la posibilidad de permanecer en ellas a cambio de un alquiler simbólico hasta que puedan volver a hacer frente al pago de esa hipoteca, se permite que la estafa llevada a cabo por los bancos de las “preferentes”. a los pequeños ahorradores, la mayoría jubilados, quede inmune. Hacen todo esto porque es “ineludible”, según el Gobierno.
La historia se aprende, la ortografía se aprende, la aritmética se aprende, pero si no se comprende la historia, si no se comprende la ortografía, si no se comprende la aritmética, pueden servir para aprobar un examen, pero una vez pasado el examen, si no has comprendido las materias, se olvidan y caen en saco roto; esto parece pasarles a nuestros políticos del Régimen, han aprendido la forma de llegar a colmar las instituciones más altas con sus elegantes presencias, han manipulado a los ciudadanos, hacen y deshacen a su antojo, mienten con descaro, hablan de herencias recibidas, aplican recortes en sanidad, en educación, en dependencia, en todo tipo de servicios sociales, suben el IVA de los productos de primera necesidad, de la cultura, pero no de los artículos de lujo, suben los impuestos a los ciudadanos, pero amnistían a los defraudadores y a las grandes fortunas les bajan el tipo, permiten que los bancos roben las viviendas de aquellos que por la crisis no pueden hacer frente a las hipotecas, no se da ni tan siquiera la posibilidad de permanecer en ellas a cambio de un alquiler simbólico hasta que puedan volver a hacer frente al pago de esa hipoteca, se permite que la estafa llevada a cabo por los bancos de las “preferentes”. a los pequeños ahorradores, la mayoría jubilados, quede inmune. Hacen todo esto porque es “ineludible”, según el Gobierno.
Sin embargo, sobra el dinero y se regala a capachos, a espuertas
o manos llenas a los causantes de la crisis, a los bancos, para estas
instituciones que practican la usura, no hay remilgos ni miramientos a la hora
de darles dinero, dinero robado previamente a los ciudadanos.
Esa es la lección que saben pero que no han comprendido, esa
es la lección que el pueblo, como buen profesor que ha sido siempre, debe
enseñar a aquellos que les gobiernan.
Pero para ese otoño caliente faltan unos días, antes de que
llegue, antes llegan las fiestas de Santa María del Campo Rus el 8 de septiembre, y a continuación empalmarlas con las de
Pinarejo el 11 de septiembre, así que
paisanos míos, disfrutar de las mismas sin pensar en la que está cayendo y
sobre todo en la que va a caer a partir, justo, del día siguiente de que
terminen las fiestas.
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