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Tráfico de esclavos de los borbones |
Nada
en la historia de la humanidad resulta tan vergonzoso e indignante la trata de
esclavos. Si bien es cierto que el tráfico de esclavos es tan antiguo como la
humanidad, llegando hasta nuestros días, sino el tráfico, sí distintas formas
de esclavitud. Como negocio mercantil tuvo su auge a partir del siglo XVI hasta
bien entrado el siglo XIX.
En el
África subsahariana represento la mayor catástrofe de la era moderna. A lo largo de toda la costa africana se
establecieron factorías de esclavistas, si bien fueron los portugueses los
pioneros, holandeses, franceses e ingleses pronto participarían en esta salvaje
y criminal explotación del hombre por el hombre, y los españoles como
contrabandistas, o por puntuales solicitudes de las autoridades coloniales a
los reyes de España, las cuales siempre eran atendidas, siempre que fuesen
receptivas a la fe cristiana, no admitiendo musulmanes ni judíos, pero sí
negros de la Guinea y otros territorios africanos.
Una de
esas peticiones fue solicitada por el gran defensor de la causa indígena fray Bartolomé
de las Casas. El fraile, solicito esclavos para que ocupasen el puesto de los indígenas
americanos. Pues sufría de ver como los españoles trataban de manera inhumana a
la población india, que iba disminuyendo a pasos agigantados, que en las islas
del Caribe pasaron, en menos de veinte años, de más de un millón de
almas a menos de sesenta mil.
Por
tanto, a partir de 1517. A seguidas se generó tráfico de esclavos negros a
través de Reales Células que dieron autorización para introducir negros en La
Española, Cuba
un
tráfico a través de Reales Células que dieron autorización para introducir
negros en La Española, Cuba, Puerto Rico y Jamaica, extendiéndose a México,
Centroamérica y Perú, de manera “controlada”.
El Imperio español al principio, en teoría, permaneció en cierto modo, pero solo en cierto
modo, ajeno a esta infamia…, pues como he dicho existían autorizaciones legales,
que daban cobertura a un sinfín de ilegales. España nunca dejo de participar, ya fuese de
manera legal e institucional o ilegal pero consentida.
Si
bien la esclavitud en España se introduce en tiempos de los reyes católicos,
por el tratado de Alcaçovas, mediante el cual España autoriza la venta de
esclavos en España, siendo una buena parte de los mismo, guanches y
posteriormente moriscos de las Alpujarras granadinas, muy apreciadas las jóvenes
guanches y moriscas por ser de piel blanca, tanto para el servicio doméstico como
para mancebías.
El
posterior Tratado de Tordesillas en 1494, prohíbe durante los siglos posteriores
el comercio directo de esclavos en colonias desde las costas africanas. A pesar de ello, unos años después comienzan a
llegar los primeros esclavos a las islas del Caribe, fundamentalmente para sustituir
en los cultivos de caña de azúcar a los trabajadores indígenas. La excusa fue una gran epidemia que diezmó la
población indígena, dejando sin trabajadores indígenas semi-esclavos las islas
del Caribe. Esta aberración, a pesar del
Tratado de Tordesillas fue muy grande mucho mayor de la reconocida por algunos
historiadores a sueldo de sus amos. Por poner un ejemplo: La isla de Puerto
Rico con menos de 400 españoles, había una población esclava de más de 2000 personas. Cien años después de la llegada de los
españoles la población indígena había desaparecido del Caribe, siendo
reemplazada por población procedente de África. Eso a pesar de ser ilegal su
tráfico. Era muy común, que los barcos españoles transportasen materias primas
a las Islas Canarias de manera legal, pero esas materias nunca llegaban a las
Canarias, sino a las costas del Senegal o Guinea, donde la mercancía era
cambiada por esclavos, que después de viajar en hacinados en condiciones
infrahumanas, eran repartidos por todo el Caribe, siendo uno de los puertos más
importantes en América, el de Cartagena de Indias.
Con la
llegada de los borbones, los esclavistas dejaron de lado las formas y comenzó
España a participar a saco en este criminal comercio, aunque no de manera
libre, sino como monopolio real. Los
borbones impusieron su sello personal al imperio y participaron activamente del
“negocio”. Felipe V,”El Guarro”, fue el primer Borbón y el
primero de los reyes de España en comenzar la moda de hacer negocios sin moral
ni ética alguna. No había riesgo de ir al infierno por ello, porque todos los
días, como rey católico que era, se arrodillaba ante su confesor para confesar
sus pecados y la iglesia, que siempre condescendiente con los poderosos le daba
la absolución y en cierto modo la licencia para continuar.
Pronto firmo un suculento contrato con la Compañía de Guinea, al igual que él, de
nacionalidad francesa, se hizo socio criminal de otro Borbón, el rey de Francia
Luis XV, por lo cual percibía cada Borbón el 25% de los beneficios de la
organización esclavista. Eso sí, todo
de manera muy católica, los barcos en los que transportaban la “mercancía” debían ser católicos, así
como la tripulación, por eso de que de ese modo los esclavos que no llegase a
América, tuviesen la posibilidad de morir por la gracia de Dios en el seno de
la Iglesia Católica.
La
sociedad con su primo terminó rompiéndose, por el tratado de Utrecht, tampoco
le importo mucho al Borbón, ni tampoco por ello renuncio a tan criminal
negocio. Pronto formalizo contrato con
Inglaterra y su reina Ana Estuardo, a la sazón, ocupantes coloniales de
Gibraltar y Menorca, con ello demostraba su patriotismo y su gran amor a España,
importándole España un pimiento frito podrido. Creo entonces la Compañía de
Comercio, para que actuase de forma conjunta con South Sea. Gracias a este este acuerdo fueron secuestrados unas
150.000 personas, y un sin número asesinadas, durante la caza. Estas personas
fueron vendidas como esclavos en pública subasta en las colonias españolas, ya
de manera totalmente legal, en esta operación repartía beneficios con Ana
Estuardo, reina de Inglaterra, no vayamos a creer que eran solo unos
impresentables los reyes de España, que como decía mi padre, el mejor rey el
que no existe.
Las leyes dictadas con respecto a la anterior compañía
franco-española no servían, pues los ingleses no eran católicos. Fue preciso cambiar
las cláusulas. Los ingleses mejores y
más experimentados negociantes, establecieron que la “mercancía” fuesen hombres, mujeres o niños, y nunca podían ser
viejos ni defectuosos, y debían tener sus dentaduras completas, por lo cual les
miraban los dientes como si fuesen caballos o mulas. Una vez pasado el examen
de selectividad y calidad, los pobres desgraciados eran salvajemente marcados
con hierros candentes con los sellos del rey de España y de la compañía
inglesa, de la que era socia mayoritaria, como ya he dicho antes, Ana Estuardo,
y diversos lores ingleses, todos ellos muy religiosos y cristianos, con
independencia de que fuesen católicos o anglicanos.
Está
claro que los empresarios, siempre, si se han podido evitar costes salariales,
se los han evitado, de hecho, en estos momentos, con la complicidad de la
decadente clase política monárquica española, de mundo financiero y de esa
organización terrorista a la que llaman “Los
mercados” o “neoliberalismo” van
camino de ello, de conseguir mano de obra, si no esclava, si en precarias, muy
precarias condiciones laborales. Así que no es de extrañar que los grandes
colonos españoles, los empresarios de la época, presionasen para las grandes
plantaciones de café, azúcar o cacao para que se diese vía libre al tráfico de esclavos.
Es preciso decir que el Tratado de
Tordesillas prohibía el tráfico de esclavos, y estaba plenamente vigente,
aunque siempre, incluso en la actualidad, los reyes gozaban y gozan de
responsabilidad penal. Entonces, ante el ejemplo de su católica majestad, fueron
muchos los empresarios españoles que crearon sus propias compañías de tan
criminal comercio, y así ahorraban costes.
Con la
llegada de la revolución francesa se comienza a tomar conciencia del crimen
contra la humanidad que supone la esclavitud. L Asamblea francés vota en febrero de 1794 la
abolición de la esclavitud en las Antillas Francesas. Siendo Dinamarca el siguiente
que prohíbe de manera total el comercio de esclavos. Cuatro años más tarde en 1807 Inglaterra hizo
lo mismo, pero sin ponerle muchas ganas y no sería hasta 1832 cuando aprueba la
abolición del de la esclavitud en las colonias británicas.
Los borbones que se habían dado cuenta del
gran negocio no renunciaron a ello a pesar de los tratados que firmaban y
presiones que recibían del resto de las naciones. No sería hasta la llegada de la primera
República Española cuando fue abolida la esclavitud en Puerto Rico, pero no en
Cuba, donde seria abolida en 1886. Decir, que la mayoría de los grandes bancos
españoles ce crearon con el dinero recibido como indemnización a los esclavistas
de Cuba y Puerto Rico. Fue, por tanto,
España el último país en participar de manera activa en el tráfico de esclavos,
fue la última en abolir la esclavitud, por ser una manera de enriquecimiento
personal de los borbones y la aristocracia española, y posiblemente, de no
haber existido la efímera I ª República Española, posiblemente tan criminal
tráfico habría llegado hasta el último día de la presencia colonial en América.
©Mis
historias borbonicas
©Paco
Arenas
Publicado también en Eco Republicano y Unidad Cívica por la República
son de sangre fria ,sin escrupulos ,y aun perdura ,no hay mas ke ver el ejemlo a segir del figura ke tenemos por rey ,y el felipito tacatun ,tun ,tun haber si no le damos ese plaser .pues este con su cara de boboron ve tu a saber la ke nos puede preparar .los elementos de la naturaleza no lo kiera,,,,,, salud y republica
ResponderEliminarLa esclavitud ha cambiado las formas y los modos, pero permanece en la esencia de la monarquía borbónica.
EliminarSalud y República