“The New York Times” cuestiona la manera en que el rey amasa su fortuna personal
El diario estadounidense The New York Timescuestiona
la fortuna amasada por el rey Juan Carlos y su tarea de “diplomático de
los negocios” de cara a vender la “marca España” en el mundo. “Un rey
escarmentado que busca la redención, para España y su monarquía”, es el
titular del artículo con el que The New York Times repasa los últimos
acontecimientos desafortunados para el monarca y cómo en esta etapa de
crisis económica emplea el papel de “embajador de la nación” para
conseguir suculentos contratos millonarios que supongan más dinero para
las arcas del Estado y ayuden a mejorar la confianza de los inversores
en España.
“La monarquía continuará siempre y
cuando las personas quieren una monarquía”, dijo el rey en una gira por
Nueva York la semana pasada, que forma parte de una estrategia de
palacio para reunirse con los líderes de opinión principales para ayudar
a promover la confianza en España.
Crisis económica de Europa cuenta con
los políticos y los contribuyentes que luchan desde Bélgica a Inglaterra
abiertamente sopesar los costos de subsidiar a miembros de la realeza. A
diferencia de otros monarcas europeos, Juan Carlos subió al trono
después de la muerte del dictador Francisco Franco en 1975, con
prácticamente nada, y ha trabajado duro para generar su propia fortuna
más allá del presupuesto anual de 8,3 millones de euros, o US $ 10,7
millones, otorgado a el palacio por el gobierno español.
El diario estadounidense remarca las
diferencias entre la reciente monarquía española y el resto de coronas
europeas, y destaca cómo el rey llegó a Jefe del Estado “con
prácticamente nada”, y poco a poco ha generado una fortuna.
“Al rey se le valora mucho en los
círculos empresariales por actuar como intermediario y como el embajador
económico para su nación, pero la forma en que ha amasado su
considerable fortuna personal permanece en secreto”, apunta The New York
Times.
“La riqueza de la familia real española
se ha estimado en hasta 1.790 millones de euros, una suma que sus
defensores afirman que fue inflada por la inclusión de los bienes del
Estado”, prosigue el diario estadounidense.
¿Comisiones como intermediario?
Su papel negociador ha tenido
recientemente su punto álgido al intermediar con la monarquía de Arabia
Saudí para que fueran empresas españolas las que realizasen la línea de
alta velocidad entre La Meca y Medina.
“Los partidarios del monarca y asesores
de Zarzuela insisten en que el rey no recibe comisiones sobre las
ofertas que media o promociona”, se cuestiona en el artículo al
contrastar esta información con la opinión de varios expertos en la
monarquía borbónica y europea.
“Han intentado ser más transparentes al
revelar su presupuesto anual (…). Supongo que al menos el rey es
millonario, pero la pregunta es: ¿es un multimillonario? ¿A cuánto
asciende en realidad su fortuna?”, se pregunta el catedrático de la
Universidad de Bruselas Herman Matthijs, que investiga el gasto público
en la realeza europea.
José García Abad, autor de dos libros
sobre el rey Juan Carlos, destaca la campaña financiera previa a su
ascensión al trono y cómo “estaba obsesionado con hacerse con una
fortunapersonal”, menciona en el artículo.
“En sus viajes, el monarca puede aceptar
regalos en nombre del Gobierno español, pero no hay una lista pública
de los presentes. A través de los años, ha recibido yates, una casa de
la isla y los automóviles de lujo que añadir a su colección de coches”,
enumeran en el texto deThe New York Times.
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