Lo escuchamos constantemente a los dirigentes del PSOE, o en
la calle: “hay que frenarlos”, “es necesario frenar a la derecha”. Apelan al supuesto voto útil de los votantes a
la candidatura que en teoría es la mayoritaria de la izquierda. Soy yo poco de
religión pero por la edad me he leído y escuchado la Biblia y los Evangelios de
todos los apóstoles y la frase que viene a cuento es esta que dicen que dijo el
Nazareno: “Por sus obras les conoceréis”.
Siguiendo con la religión, mi madre que era atea decía “Dios
me libre de pensar que tú eres igual que…” Cuando quería decir que: “bueno,
igual, igual no, pero os parecéis tanto que si no sois gemelos, por lo menos
sois mellizos”. No soy yo quien diga el PP y el PSOE la misma mierda es, “Dios me libre”, el PP es claramente un
partido que en Europa se podría clasificar sin lugar a dudas de extrema
derecha, sus postulados sobre el aborto, la ley mordaza, las concertinas, el
desprecio a los dependientes, incluso a los niños con cáncer como hemos visto
en Toledo, su interpretación de lo que para ellos es la justicia, su
autoritarismo, su intento de criminalizar el simple hecho, incluso, el que te
resulte indiferente el asesinato cometido por una de los suyos contra otra de
los suyos, intentando controlar comentarios que desde su orilla política no
solo han permitido sino alentado, su reforma laboral… No es cuestión de
enumerar todo aquello que hace del PP un partido de extrema derecha, cual hijo
bastardo del Movimiento Nacional-Católico.
Pero de ahí a considerar al PSOE un partido de izquierdas va
un abismo, un abismo que no se lo salta el galgo de la coherencia ideológica. El PSOE, sí, es un partido de derechas
moderada, con un discurso de izquierdas confuso. Volvamos a “por sus obras le conoceréis”. Que se llame socialista queda muy bien y llama
al engaño, pero un socialista no puede ser o apoyar a una monarquía anacrónica ni
en el siglo XIX, ni mucho menos en el XXI, no ya un socialista, sino un demócrata,
“como Dios manda”, pues un demócrata de ningún modo puede estar de acuerdo con
que una determinada persona por nacer de un determinado coño, dirija los
destinos de un país porque así lo hay decidido un criminal y que ese cargo por
si fuese poco lo herede a un descendiente suyo, que tampoco se deberá presentar
a unas elecciones y que sea tonto o listo, honrado o corrupto, buena persona o
un hijo de su madre, no tiene que rendir cuentas ni a “Dios”. Por tanto se
evidencia que no es de izquierdas y en ese aspecto tampoco demócrata.
No voy a alargar comportamientos corruptos de la época de
Felipe González, ni las puertas giratorias de las que se aprovechan los dos
puntales de la monarquía, me voy a centrar en la última legislatura del PSOE,
la única que tuve la gran equivocación de votar al PSOE. Por razones que serían
de larga explicación. Pensé que sería
bueno que todo lo que se avanzó durante la primera legislatura de Zapatero se
consolidase. Mi voto, virgen- era la
primera y única vez que votaba al PSOE- fue un voto inútil, mi voto inmediatamente fue prostituido entregado los mercados
financieros. Con mi voto se llevó a cabo
una reforma laboral que dejaba a los trabajadores indefensos en manos de los
empresarios y que después el PP a esos trabajadores indefensos les convirtió en
víctimas de la codicia y desvergüenza de la patronal.
Mi voto fue arrastrado por los suelos cuando el gobierno del
PSOE comenzó la carrera de los recortes sociales, medidas contra la dignidad. Actuaciones gubernamentales que intentaron demostrar firmeza aplicando, “costasen lo que costasen”, medidas de ajuste
bestiales, todas contra los votantes que les habían creído. Con mi voto prostituido y con sífilis se le hizo
el trabajo sucio a la derecha franquista, eso sí, esas traiciones fueron
aplaudidas con entusiasmo por la Europa neoliberal y por la Führer alemana.
Mi voto, de puta vieja y agonizante, fue utilizado y puesto
al servicio de los proxenetas de la especulación y cada vez mi voto se
utilizaba para empeñarse en quedar bien y tener contentos a los codiciosos
mercados, y cada vez ese voto virgen que
entregue al PSOE, esa arma poderosa que es el voto, fue utilizado contra mí con
total desvergüenza. Muchos de esos votos
prostituidos, puestos a ser putas y con cataratas, en las elecciones del 20 de
noviembre de 2011(aniversario de la muerte de un criminal, de un terrorista y
un héroe*) se entregaron complacientes a los peores proxenetas, a quienes en
dos meses hicieron buenos los recortes
del PSOE, y que el mismo PSOE hubiese llevado también acabo. Baste decir que anteriormente entre los dos
partidos del Régimen, violaron indecentemente, como vulgares degenerados a la
presunta “Constitución” Española de 1978, esa a la que tanto nombran a la hora
de apelar a un presunto espíritu democrático, en el cual no creen.
“Por sus obras les conoceréis”, y las obras del PSOE, no son
de izquierdas, tienen un discurso que lo parece, pero si rascas un poco debajo
de la roña, sale la derecha monárquica puntal del Régimen y dispuesta a llevar
a cabo una gran coalición con el otro puntal del Régimen, el Partido Popular,
todo con tal de mantener una monarquía impuesta por un criminal, ejemplo de
corrupción, de la que no hablan ni PSOE ni PP, porque ambos están plagados de ejemplos
de corrupción, prefieren hablar de otras cosas y a la hora de hacer “debates/tongos”,
ambos deciden no tocar ese tema…¿Por qué será?
Resulta patético el cinismo ver como quienes quieren y piden
el apoyo de los votos de izquierda, luego, cuando se han ganado la confianza y
los votos, los prostituyen y actúan no igual, pero parecido a como lo haría la
derecha franquista. La estrategia bipartidista no ha perdido la vergüenza
democrática porque nunca la ha tenido.
Los mercados, el capitalismo disfrazado de pragmatismo ha
puesto en marcha una verdadera revolución de los ricos contra los pobres para
acabar con los logros de tantos años de lucha.
No darnos cuenta de lo que nos jugamos es renunciar a la democracia
real. Y ante esos mercados se arrodillan y lamen el culo, tanto el PP como el
PSOE. En España solo hay una forma de acabar
con esto de manera civilizada, con los votos, no absteniéndose sino votando en
masa contra el Régimen, contra el bipartidismo corrupto, sostén de un Régimen
igualmente corrupto. Hay otra manera, que
es el estallido social, esperemos que no sea necesario llegar a él, pero España
es una olla a presión con la espita a punto de estallar.
Ejerzamos nuestro derecho al voto con responsabilidad, no
hacía una España que ejerce de corrupta madrastra al servicio de inconfesables
intereses, sino hacía nuestros intereses como pueblo que desea recuperar su soberanía
de manera cívica para que nazca otra España basada en la ética y la justicia
social.
"Resulta patético el cinismo ver como quienes quieren y piden el apoyo de los votos de izquierda, luego, cuando se han ganado la confianza y los votos, los prostituyen y actúan no igual, pero parecido a como lo haría la derecha franquista. La estrategia bipartidista no ha perdido la vergüenza democrática porque nunca la ha tenido"
ResponderEliminar"Ejerzamos nuestro derecho al voto con responsabilidad, no hacía una España que ejerce de corrupta madrastra al servicio de inconfesables intereses, sino hacía nuestros intereses como pueblo que desea recuperar su soberanía de manera cívica para que nazca otra España basada en la ética y la justicia social"
Magnifica exposición amigo Paco. Genial.
Gracias amigo Salva.
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