Hoy hace 30 años de la renuncia a la presidencia del
gobierno de Adolfo Suarez, ha salido en todos los medios de comunicación, todo
el mundo lo sabe, hay muchos cabos sueltos que se pueden atar, aquí doy algunas datos vividos en primera persona, que al principio no relacione. Creo
que todos deberíamos hacer memoria, leer lo que se escribió fuera, en el extranjero, el informe
de la embajada alemana, el libro del coronel Martínez Inglés, para terminar preguntándonos
si realmente fracaso el golpe de Estado del 23-F de 1981, o si fue golpe o
autogolpe. Lo que a continuación relato lo viví en primera persona junto a
otras muchas. Suarez fue una víctima inocente, pero no así otros, deberían servir de pista sus palabras, “no quiero que el
sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la
historia de España”. El presunto golpe
de Estado era algo que se estaba fraguando desde hacía tiempo, a mi entender
Adolfo Suarez no estaba de acuerdo con él.
Yo tuve oportunidad de verlo en persona aquel 29 de enero de 1981, vi
literalmente a un cadáver y no solo político...
La memoria siempre es
frágil y antojadiza, pero a pesar de ello, mirando las cosas con perspectiva,
desde el presente, se llegan a comprender cosas que en los momentos en que los
acontecimientos tienen lugar pasan
desapercibidas ocultas arrastradas por los mismos.
El 29 de enero de 1981, dos de las tres banderas de la Legión de
Melilla formaron en el fuerte de Rostro Gordo, para la visita del entonces
presidente del gobierno Adolfo Suarez, la visita estaba prevista para las 3 de
la tarde, nos hicieron vestir con el uniforme de gala de la legión, en manga
corta y con el pecho descubierto, el frío helaba hasta las pestañas, aquel día
en Melilla la temperatura primaveral se había marchado de vacaciones.
El presidente del
gobierno llego sobre las seis de la tarde en helicóptero, que aterrizo allí mismo en la explanada del
fuerte. A esas alturas de tarde estábamos
helados y tiritando, para combatir el frío nos hacían desfilar a paso
legionario a intervalos, el problema es que sudados luego con el aire frío
muchos en los días posteriores cayeron
enfermos.
Cuando Adolfo Suarez paso revista a las tropas, como ya he
dicho me pareció ver a un auténtico cadáver, políticamente ya lo era, blanco
como la nieve, acartonado totalmente demacrado, podría decir que sus ojos
mostraban la misma preocupación o desesperación que muestra una madre cuando le
dicen que su hijo va a morir por una grave enfermedad,
Mucho después supe que había sido obligado a dimitir por
parte del rey y de los militares, que el día 22 de ese mismo mes, Suárez fue citado
por el Rey para almorzar en La Zarzuela. Compartiendo mesa y mantel con significados comensales: son
los tenientes generales Milans del Bosch, González del Yerro y Merry Gordon,
responsables militares, respectivamente, de Valencia, Canarias y Sevilla. Los
tres llevan tiempo quejándose de la situación y no ocultan su apuesta por un
golpe de timón que «enderece» la vida política, Suarez estaba al tanto de sus conspiraciones.
Aunque Suarez intenta exculpar al rey, según Moran: “el Rey
no solo se lo había pedido, sino que había presionado para que dimitiera, pues
los militares amenazaban con un golpe de Estado si Suárez no abandonaba la
presidencia. El objetivo era formar un gobierno de concentración, presidido por
Alfonso Armada, que incluso contaba con la aquiescencia de los socialistas.
Fuimos muchos quienes comentamos el aspecto demacrado del
presidente del gobierno. No estaría en
la explanada de Rostro Gordo más allá de cinco minutos, el tiempo necesario para un rápido desfile legionario,
luego se fue con los mandos militares presentes y mandaron romper filas.
Entonces no
comprendí el motivo de aquella extraña visita a la guarnición de Melilla, que
no fue publicitada para nada, cuando al día siguiente bajamos a Melilla, nadie
sabía nada de la misma, de hecho resulta muy difícil encontrar nada sobre
aquella visita, alguna referencia hay, pero mínima. Por otra parte si el discurso de la dimisión como presidente
del gobierno lo grabo por la mañana, si ese día nada sabíamos de la visita,
hasta la hora de comer, si la visita estaba prevista para las tres de la tarde
y no llego hasta pasadas las seis de la tarde, mi conclusión es que no fue la
guarnición de Melilla la única guarnición que visito en aquellos días previos
al golpe de Estado, que fueron varias.
No tenía sentido una visita como aquella en un día como aquel, para
presenciar un desfile de cinco minutos.
Unos días antes de
aquella extraña visita, según el
calendario previsto, nos anunciaron que los legionarios de primer reemplazo de
1979, al cual pertenecía yo, deberíamos
entregar la ropa militar el día 2 de febrero para licenciarnos el día 4, muy
contento llame a mi madre para comunicarle la noticia, diciéndole que me iría
directamente para mi pueblo, Pinarejo,
donde el día 5 febrero comenzaban las fiestas patronales.
Llegado el día 2 de
febrero, comenzamos a preparar toda la ropa militar para entregarla por la
tarde en guarniceria, los licenciados ese día ya no participamos en la
instrucción y lo dedicamos por la mañana a limpiar nuestras armas
reglamentarias para entregarlas al cabo furrier, sobre las doce de la mañana se
presenta un teniente de apellido, creo
recordar que Moreno y nos comunica que no nos licenciamos, que nos marchábamos
de maniobras a la península y que los veteranos y sobre todo los tiradores,
como era mi caso, éramos necesarios para participar en las maniobras. Pensamos que se trataba de unas palabras
surgidas de un colocón de hierba que se había fumado, algo habitual en él. Resultaba más que extraño, siempre cuando
debíamos marchar de maniobras lo sabíamos con un mes o dos de antelación, no
tenía sentido esa noticia, cuando se marchó el teniente comenzamos a bromear
sobre el asunto, nos reímos con ganas, pero solo durante unos minutos, a paso
ligero llego el resto de la compañía, mas de
una hora antes de lo previsto confirmando lo dicho por el teniente.
Sin darnos tregua ni permiso para avisar a nuestras familias
comenzamos la frenética preparación de todo lo imprescindible para llevar a
cabo las maniobras, en muchos aspectos diferentes a lo habituales, primero se
cargó mucha más munición y explosivos de lo normal, para ser unas maniobras
improvisadas, varios camiones, según me dijeron los legionarios que
participaron en la carga. Por otro en
lugar de entregar nosotros la ropa, nos entregaron un equipaje de camuflaje y tiendas
de campaña, también de camuflaje.
Con todo esto a las siete de la tarde/noche estábamos en el
barco que nos llevaría a Almería, donde fuimos a un acuartelamiento que estaba a las afueras de la ciudad, para
por la noche salir hacia una zona del desierto almeriense cercano a un pueblo
que se llama Campo Hermoso, donde nos dejaron ir a dar una vuelta, algunos
aprovechamos para llamar a nuestras familias y comunicarles la mala nueva, que
no sabíamos cuando seriamos licenciados.
Las maniobras salvo un día que fuimos a tirar granadas de
mano y otro día hicimos ejercicios de tiro, algo que hacíamos de manera asidua
en Melilla, consistieron en ir por la noche de un lado a otro de marcha,
cambiando la ubicación continuamente, auténticas palizas para los pies, yo tuve
suerte al estar en defensa contra carros, que las marchas las realizábamos
sobre el vehículo del CSR (Cañón sin retroceso) en contrapartida nos tocaba
hacer la primera guardia de la noche, ya de madrugada.
Algunos días comíamos de caliente, los menos, muchos eran
los días que la comida era enlatada, y muchos los días que para cada cuatro nos
daban una botella de medio litro de coñac o de anís, algo bastante peligroso,
teniendo en cuenta que íbamos armados hasta los dientes. No ocurrió nada afortunadamente, pasamos los
días aburridos, algo de instrucción y con muchas incertidumbres sin saber
cuándo terminaban las maniobras y por
tanto cuando cogíamos la licencia, los únicos que parecían tener actividad
intensa eran los altos mandos, que permanecían mucho tiempo reunidos, de vez en
cuando llegaba algún helicóptero, pero no sabíamos ni quien ni quién no.
Cada vez la monotonía era mayor, nos extrañaba
esa falta de inactividad, esas “maniobras” de estar los días ocultos sin hacer nada, como si estuviésemos de
vacaciones. En ocasiones notábamos nerviosismo
en los mandos. En dos ocasiones nos
reunieron, la primera para darnos un discurso “patriótico” en el cual se nos
invitaba a derramar la sangre por España y el rey y la segunda después de una nula actividad entre
la tropa y muchas idas y venidas entre los mandos para comunicarnos que regresábamos
a Melilla, El Teniente Coronel nos arengo
con un segundo discurso, en esta ocasión leído, en líneas generales nos volvió
a decir lo mismo, nos dio las gracias por nuestra “entrega generosa a la
patria”, a la bandera y a su católica majestad.
Unas horas después llegaron camiones que
nos trasladaron a Almería y de
ahí al barco, barco que al día siguiente sin demora nos devolvía a quienes debíamos habernos licenciados el día
5 al puerto de Málaga sin apenas darnos
tiempo a hacer el equipaje.
Saco yo dos conclusiones con este relato que se ajusta a la
realidad, la primera que el golpe de
Estado no se improvisó de la noche a la mañana, que Suarez en persona recorrió
distintos acuartelamientos, en mi opinión para sopesar apoyos y que
posiblemente por no decir seguro, estaba en contra del mismo, que el entonces capitán
general de la IIª Región Militar en principio apoyo el golpe y por desconocidas
razones después se volvió atrás y que el golpe, fue solo presunto y con las
pruebas aportadas, tanto por la embajada alemana, como por diversas fuentes,
tuvo bastante de autogolpe. Que ese golpe escenificado por Antonio Tejero y
Milans del Bosch en su versión más cutre, no fracaso, sino que posiblemente fue
un gran éxito, consiguió sus objetivos, se generó un clima de miedo, quienes lo
impulsaron vieron cómo se llevaba a la práctica sus recomendaciones principales
y su católica majestad quedaba como un “héroe nacional”, eso sí, con varias
horas de retraso.
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¿Fracaso el golpe del 23F? La gran estafa. 2ª parte
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Estoy de acuerdo,pero,pienso,que fue golpe,que, con el devenir de los acontecimientos,ante,la falta de unanimidad de los militares,no todos los mismos,estaban por la labor...(parecio,autogolpe),como dices....mas en los mandos de alta graduación,..pues conoci mandos medios,oficiales,no estaban por esa labor,aunque Armada,dijo,en una entrevista,que lo fundamental,lo habian conseguido...y Lister,dijo,que,se los fusilara o en la calle todos,como,asi,fue, con el paso del tiempo....
ResponderEliminarAprovecho,para dar mi solidaridad,a los Motillanos,Agitacion Motilla y demas pueblos,que han ido a recibir a las tijeras con la cacerolada....
SyR
Yo cada vez estoy más convencido de que fue autogolpe y de que Suarez estorbaba .
ResponderEliminarLos motillanos recibieron a la prescindible de Castilla-La Mancha como se merecía, he pedido permiso a los organizadores para subir las fotos a mi otro blog.
Saludos
Son muy correctas las conclusiones a las que llegaste. Efectivamente se trató de un autogolpe para adelantar otro que se estaba fraguando y que tenían controlado, logrando así un doble objetivo: eliminar ciertos militares molestos que tanto Estados Unidos como Europa ya habían avisado que molestaban y encumbrar la figura del rey a lo que no era ni es, un demócrata.
ResponderEliminarSaludos.
La jugada les salio redonda, la verdad no saldrá completamente a la luz en muchos años y saldrá solo aquello que ellos quieran que salga o que nosotros consigamos que salga.
ResponderEliminarSaludos
Para mi el golpe no fue una casualidad, Ni siquiera creo que estuviera planeado en la forma en que lo vivimos. Mas bien diría que el "monarca" tenia un comodín en la manga, y que utilizaría según le viniera la partida. Si quizás todas las regiones militares se hubieran adherido a Valencia y Madrid.. El Rey hubiera acudido al congreso de diputados, con su flamante uniforme de Capitán General de todos los ejércitos, para hacerse cargo de una nación que vivía un caos. En caso contrario. Como fue. Tiro de comodín, al ver que no hubo una respuesta masiva, y supo interpretar muy bien el papel de rey salvador. En cualquier caso tenia la partida ganada. Recordemos la famosa frase de Mel Brooks. en su película La Loca Historia del Mundo... "Es bueno ser rey".
ResponderEliminarComentar que yo viví el golpe integro en Melilla era del segundo de 1979, estaba en Artillería pero se que el primero de Regulares, al igual que vostros, tampoco entrego cuando les correspondia
Coincido contigo, había demasiados comodines en la bocamanga, y se quedo con el que mejor le vino.
ResponderEliminarEscribieron varios guiones con distintos desenlaces, y sí, entregamos más tarde, pero lo que no comprendo que es lo que paso entremedias, porque algo debió pasar para ir a la península y después regresar a Melilla.
el resultado ya lo sabemos y lo sufrimos.