miércoles, 16 de octubre de 2013

José I (Pepe Botella)




 



Tras la traición de los borbones en Bayona, Napoleón puso como rey de España y de las Indias a su hermano José Bonaparte.  Como siempre a la mayoría del pueblo llano les importaba un pimiento que en la corte estuviese un Borbón o un Bonaparte, como decía un viejo anarquista de mi pueblo, de nombre Raimundo, “quienes debemos sacar la basura, seremos siempre los mismos”. Una parte ilustrada del pueblo español si opinaba sobre el tema, unos veían al hermano del corso como un mal menor, alguien que podía acabar con los abusos del Antiguo Régimen y que en teoría pretendía modernizar España, estos partidarios de José I ( Pepe Botella) se les llamo “afrancesados”, que con la llegada del traidor de Fernando VII,  se vieron obligados a hacer las maletas, los que pudieron.  Por otro lado estaban los liberales, que a fin de cuentas querían más o menos lo mismo que los afrancesados pero “made in Spain”, o sea sin injerencias extranjeras, también con la llegada del traidor, hijo de traidor, se debieron marchar, aunque algunos continuaron la lucha por su cuenta..
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Desde el primer momento quiso ganarse el apoyo de los ilustrados por lo que promulgó la Constitución de Bayona, primer texto constitucional español, anterior a la “PEPA”, el apoyo de estos ilustrados fue incondicional, con la esperanza de continuar la labor de Carlos III, echada a perder por el traidor de su hijo y por Godoy.  Llego a España en pleno estallido de la guerra de independencia contra Francia, no era aceptado ni por El Consejo de Castilla que se encontraba dividido entre partidarios de Felón  VII y partidarios de Pepe, ni por Junta Suprema Central, surgida tras la batalla de Bailen, que fue la primera derrota en campo abierto de las tropas francesas, tras haber declarado el Consejo de Castilla nulas las abdicaciones o traiciones de Bayona, por otra parte muchos ciudadanos engrosaron la guerrilla anti-napoleónica, los sabotajes eran cada vez más frecuentes y Pepe Botella no necesitaba dormir o echar la siesta para tener pesadillas, el pueblo español tampoco.

Entre 1808 y 1810 por todo el imperio se formaron juntas de gobierno que ejercieron la soberanía ante la ocupación francesa, actuando de forma autónoma contra el invasor y agudizándose las diferencias alrededor de 1810, casi todas las futuras repúblicas americanas o nacieron o se germinaron durante el reinado de Pepe Botella, a consecuencia de la traición borbónica de Bayona.
La guerra fue desastrosa de Independencia ,  las tropas francesas vivieron  a mesa y mantel, llevaron a cabo saqueos de todo tipo, desde las gallinas a las joyas u obras de arte de museos, iglesias, catedrales o conventos. El hambre se generalizo en España, las tierras apenas se cultivaban y cuando se cultivaban en muchas ocasiones eran arrasadas. Pero al final la labor de las guerrillas fue decisiva en la presunta recuperación de la soberanía nacional.

Así que a Pepe Botella, que dicen que era abstemio, los españoles le pegamos una patada allá donde la espalda pierde su casto nombre, pero de poco sirvió pues fuimos tan rematadamente tontos que le dimos de nuevo el trono a uno de los mayores traidores de España, al rey Felón “El Mohíno”, 
Y como dice mi amigo Jesús Herrera Peña sobre esta cuestión: 

"Al parecer, la obstinación del pueblo madrileño (y por ende del español) por impedir el avance del ejército napoleónico, estuvo imbuida y tele-dirigida por el aplastante predominio de la iglesia vaticanera, que influyó —como siempre hace— en las conciencias de la plebe inculta y fanática. Fanática, inculta y creyente.
EN CONCLUSIÓN: Que otro gallito nos habría cantado a los españoles si llegan a entrar en España los destellos de una revolución que apoyaba su idealismo en la libertad, en la igualdad y en la fraternidad, y que abominaba de la monarquía hereditaria."

Y termino como él: no sé, no sé.
Publicado también en: Unidad Cívica por la República, 

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