martes, 4 de febrero de 2014

Corrupción Española o la corrupción como parte de las instituciones


El sistema actual está podrido hasta la medula, dudar eso es como dudar que después de la noche llegue el día, que éste sea soleado o tormentoso, no podemos decidirlo nosotros, pero lo que si podemos y no hacemos es tomar las decisiones correctas para salir de este estado de cosas.  


 Que la monarquía nos cueste más de 560 millones de euros,  que el mantenimiento de la Iglesia en torno a 10.000 millones, que las SICAV sea una estafa al pueblo y que no tributen como cualquier hijo de vecino.  Que los nombres de responsables políticos del partido que está ahora en el gobierno, o del que estuvo anteriormente, salgan a la luz como perceptores de ingentes cantidades de dinero, ministros, secretarios generales, tesoreros… Así hasta concejales de pequeñas ciudades y tal vez de pueblos.  Que miembros de la Casa Real utilicen su pertenencia a la misma para presuntamente enriquecerse, y que fiscalía, agencia tributaria se conviertan en cómplices de esos presuntos delincuentes. En España está la corrupción está tan institucionalizada, que según la Comisión Europea, solo con los 15 casos de corrupción, conocidos,  -la opacidad impide saber si hay otros más graves -  nos han robado “nuestros”  representantes casi 7000 millones de euros, solo desde el año 2000, si escarbamos más nos ponemos malos. La culpa no es de nosotros, sino de ellos, de los ladrones.  No es culpa de quienes llevan meses y meses esperando una operación de cadera, mientras que en una sola persona nos gastamos la friolera de más de 162.000€ (más de 27 millones de pesetas).  No basta la transparencia a medias  es necesaria la trasparencia total y eso no se va a dar, mientras no estén los tres poderes totalmente definidos e independientes, me preguntaba una chica ayer qué opinaba sobre los artículos 71 y 159 de la presunta “constitución democrática”  de 1978. Estoy seguro que sabiendo la respuesta


           Del artículo 71, que habla de la impunidad de los diputados,  se da  el caso de cámaras regionales con la mitad de los diputados del partido gobernante (PP) como no, están imputados.  A los ladrones sean quienes sean, hay que detenerlos y juzgarlos, la impunidad debe ser igual para todos, para lo único que debe existir es con respecto a la libertad de expresión, no solo de los diputados,  sino de todos los ciudadanos.  En un Estado, si realmente es democrático nadie puede ser inviolable, todos debemos ser iguales ante la ley, en todos los aspectos, no sirve que los fiscales hagan de abogados defensores de presuntos corruptos, ni que se acaba con la carrera judicial de los jueces honrados, que es a lo que afecta el artículo 159, no es ni lógico ni democrático que el  Tribunal Constitucional sea nombrado a dedo por otro poder del Estado, los favores se pagan con favores y clientelismo, son muchos los jueces que ya sea por un motivo o por otro, son condescendientes con los corruptos, entre otras cosas porque de lo contrario esos políticos pueden arruinarles la vida, como a Garzón o Silva.   Lo que le ocurra al juez Ruz o Castro, está por ver, pero no les auguro una larga carrera judicial, a no ser que terminen sometiéndose al corrupto poder establecido.

El sistema actual está podrido hasta la médula, dudar eso es como dudar que después de la noche llegue el día, que este sea soleado o tormentoso. Del mismo modo pronto lograremos liberarnos de este podrído régimen de corrupción. Se comienza a andar el camino. Caminemos pues.   

Publicado también en: Unidad Cívica por la República


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