La novela
La voz dormida, 2002, fue la última novela de Dulce
Chacón. Resulta una novela muy dura, sin
embargo de fácil lectura, con unos
personajes muy bien definidos, lo cual nos permiten introducirnos en una etapa
muy dura de la historia de España.
Logra ponernos en la piel de aquellas mujeres que lucharon por la
República y la libertad, mujeres que perdieron todo menos la dignidad en manos
de criminales salvapatrias.
Su lectura
estremece logrando que sintamos sus temores y penurias, su emoción, como si fuesen personajes reales, como si esas
mujeres, fuesen las vecinas desahuciadas
o maltratadas por las que es fácil solidarizarse, sentir ematia ante lo injusto de su dolor y
sufrimiento, sentir su dolor. Provoca que te indignes y algunos instantes
resulta difícil controlar la emoción, incluso resulta casi imposible no
derramar alguna lagrima, solidarizándote con ellas. Todo en esta novela es un derroche
de sentimientos.
Esta novela nos lleva a admirad a quienes tenían una fe
ciega en la libertad, en la dignidad y que murieron defendiendo esos valores,
los valores de la República. Mujeres a las que les fueron arrebatados sus
hijos, que vieron como asesinaban a sus maridos, violaban a sus hijas o eran
violadas ellas, pero que nunca perdieron la dignidad ni sus ansias de
libertad. Nunca serán beatificadas por
la Iglesia ni le rendirán homenajes gubernamentales en este corrupto reino, apéndice de la
dictadura, porque los valores que ellas representaban no caben en esta farsa.
Pocas novelas podemos calificar de imprescindible para
aquellos que sentimos eso valores como propios. La voz dormida es una de ellas
porque nos ayuda a comprender el papel que las mujeres jugaron durante unos
años decisivos para la historia de la república Española, a comprender que la
Tercera República debe contar desde el primer instante con la participación de
las mujeres. Mujeres que en aquellos tiempos de lucha, en que estaban relegadas al ámbito doméstico,
decidieron asumir el protagonismo que la tradición machista y católica les negaba para luchar por un mundo más justo.
Unas en la retaguardia y las más osadas en la vanguardia del frente, donde
dejaron la evidencia de su valentía y sacrificio.
La novela no tiene un final feliz, sí lleno de esperanza,
simbolizado por la niña que nace y que espera enarbolar un día la bandera de la
libertad. Recomiendo su lectura, con
el corazón abierto y la mente despierta, su lectura nos hará más solidarios con
el pasado de nuestros padres.
También fue llevada magistralmente al cine por Benito
Zambrano, con guión del mismo y de Ignacio del Moral. Zambrano sabe transmitir la emoción de la
novela, logra al igual que su lectura que te solidarices con el sufrimiento y
la angustia de esas mujeres, logrando que las lágrimas corran por tus mejillas,
solo con que tengas un mínimo de sensibilidad ante el dolor y la injusticia.
LA AUTORA: DULCE CHACÓN
(Zafra, Badajoz, 3 de
junio de 1954 - Brunete, Madrid, 3 de diciembre de 2003) fue una narradora y
poetisa española.,
Compromiso social y político
A pesar de su pertenencia a una familia conservadora, Dulce
Chacón se convirtió muy pronto en una persona de izquierdas. Según ha
declarado, una de las razones fue el silencio familiar acerca de la represión
franquista, que había sido particularmente cruenta en Zafra, que en los
primeros meses de la guerra, tras la toma de la ciudad por los sublevados, el 8
de agosto de 1936, unas doscientas cincuenta personas fueron asesinadas por las
nuevas autoridades. La localidad tenía 7000 habitantes y, tras el estallido de
la guerra, ningún derechista fue asesinado antes de la entrada de las tropas
sublevadas. La causa de las víctimas del franquismo fue una de sus prioridades,
opinando que el rencor derivado de la violencia política durante la guerra
civil y el franquismo sigue enquistado, al no haber sido expuesto a la luz
pública. Su lema al respecto era "ni rencor ni olvido”. También ha
declarado que "la reconciliación real todavía no ha llegado, porque aún no
se ha producido esa conversación. Hemos oído la versión de los vencedores,
ahora tenemos que oír a los vencidos".
De esta forma, se involucró en numerosas actividades
sociales y políticas de carácter progresista. Escribió La voz dormida, obra en
la que recoge y novela testimonios de mujeres del bando perdedor de la Guerra
Civil de toda España.
En homenaje a ella en nuestra tierra, en Santa Cruz de Moya,
se celebra todos los años un certamen literario que lleva su nombre.
Otras Novelas de Dulce Chacón
-Algún amor que no mate (1996)
-Blanca vuela mañana (1997)
-Háblame, musa, de aquel varón (1998)
-Cielos de barro (2000)
L
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