La Infanta Elena ha pasado una Semana Santa de lo más movida. Un día estuvo en Toledo con sus hijos viendo la exposición de El Greco. Al grito de «¡por España!» fue la encargada de dar la segunda 'levantá' al Cristo de los Alabarderos, en la procesión que partió del Palacio Real de Madrid el Viernes Santo. El sábado llegó a Granada para hacer un recorrido privado por los Palacios Nazaríes de La Alhambra. El Rey estaba con ella, pero, tal y como contó el 'Ideal' de Granada, prefirió mantener en el anonimato su presencia en la ciudad. Comieron con varios amigos en el Carmen de los Chapiteles. El domingo padre e hija llegaron a Palma de Mallorca, justo a tiempo para la foto.
La secuencia se repite en el caso de los Príncipes de Asturias. Tras volar de Madrid a Ginebra se trasladaron a una estación de esquí francesa, donde han pasado la mayor parte de sus vacaciones. Regresaron a tiempo a la capital para coger otro vuelo en línea regular que les llevó a Palma de Mallorca. A tiempo para la foto.
Cuando el núcleo duro de la Familia posó el domingo a las puertas de la catedral, justo antes de entrar en la Misa de Pascua, sólo la Reina Sofía había pasado en la isla más tiempo del estrictamente necesario para cumplir con la tradición. La foto de los Príncipes y sus hijas con los Reyes y la Infanta Elena en Semana Santa se ha convertido en uno de los posados más exclusivos del mundo.Veamos por qué.
El presupuesto de la Consejería de la Presidencia del Govern Balear para el mantenimiento del Palacio de Marivent es de 1.573.738 euros en 2014. Si lo dividimos por los 36 días de media que pasa la Familia Real en él (31 en verano, cinco en Semana Santa), el resultado es que cada día que los Borbones están en Marivent le cuesta a los baleares 43.714 euros.
590 euros el billete
A eso hay que sumar los gastos de traslado. Por poner un ejemplo, los Príncipes de Asturias se desplazaron en línea regular desde Barajas a Son Sant Joan el sábado y regresaron al día siguiente, después de comer en Marivent. Se trasladaron el matrimonio, las dos niñas, la cuidadora y un par de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. Todos viajaban en 'business'. Un billete de similares características en fin de semana a Palma ronda los 590 euros ida y vuelta. Si lo multiplicamos por todos los viajeros, sube a más de 4.000 euros.
«La contrapartida es mucha», explica Sylvia Riera, presidenta de AVIBA (Agrupación empresarial de Agencias de Viajes de Baleares), «la Familia Real ha puesto a Palma de Mallorca en el mapa. No nos podemos olvidar de todos los años que llevan viniendo aquí, hay que ser justos. La Familia Real potencia el turismo, y aquí, si va bien el turismo, va bien todo. Los nietos hacen vela y han logrado asociar este deporte a la isla. Todo el mundo conoce Mallorca gracias a la Familia Real y eso no tiene precio, es incalculable».¿Pero tanto como para compensar el millón y medio que cuesta al año Marivent? «Igual habría que explorar una forma de rebajar costes, o de sacarle más partido al palacio cuando no esté la Familia Real, pero no podemos renunciar a ellos», explica contundente.
Es una idea que viene planteando la oposición política de Palma,abrir el palacio al público. Más desde que estallara el 'caso Marivent', un escándalo de pagos irregulares relacionados con el servicio de limpieza del Palacio. La gobernanta de Marivent (una persona de máxima confianza de la Reina Sofía, y que también es gobernanta en La Zarzuela) declaró el pasado 8 de abril ante la juez que cuando no están los inquilinos reales, la plantilla fija de trabajadores que se encarga de la limpieza y del mantenimiento exterior del palacio es de tres personas. Sin embargo, la empresa facturaba el trabajo de siete empleados: cuatro personas de paja cuyos salarios se financiaban con fondos públicos.
El 'caso Marivent' y el hecho de que la Familia Real pase el tiempo estrictamente necesario en Palma ha suscitado una gran polémica entre los baleares, que se preguntan si el posado del millón y medio de euros es un gasto o una inversión.
Cote Villar
Fuente: www.elmundo.es
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