viernes, 31 de agosto de 2012

Carlos IV y Fernando VII, los mayores traidores de la historia de España)





En la historia de España nunca ha habido unos reyes tan cobardes, vile y traidores domo lo fueron Carlos IV y su hijo Fernmado VII
   fueron nefastos en todos los sentidos y aspectos para España y los españoles, acabaron con su Imperio, y traicionaron en todos los aspectos posible a la PATRIA.
A lo largo de la historia los reyes que ha tenido España han trabajado activamente por conseguir que los españoles nos diésemos cuenta de su condición de prescindibles.
 Si en los anteriores borbones nos encontramos con un lunático y guarro Felipe V, con un títere “robamelones” en la persona de su hijo Luis I y en su segundo hijo hayamos a  un breve, melancólico y enfermizo Fernando VI, para llegar al mejor rey de los borbones, también hijo de este primer Borbón, Carlos III, con sus manías propias, y todos con la omnipresente y malvada Isabel de Farnesio como principal protagonista de sus reinados, autentica raíz de los actuales borbones. Pero llegando a Carlos IV, nos encontramos con un rey que reúne todos los vicios de sus antecesores con creces, es un bobo, un cobarde, un maniático, un sin luces, un cornudo consentidor, pero sobre todo y ante todo es un traidor a España y a los españoles, y como tal debe pasar a la historia, tanto él como su hijo Fernando VII, deben ocupar el lugar principal que les corresponde de traidores a la patria, no vamos a condenarlos a muerte, afortunadamente, es una pena abolida en España, por otra parte están ya muertos y no somos vulgares “queipos de llano`s” para sacar a nadie de sus tumbas, pero lo que sin duda si podemos hacer es ponerlos en el lugar que se merecen en la historia de los traidores a España, y aunque nos llamen cansinos repetir una y otra vez que dichos reyes borbones, fueron los mayores traidores que han existido jamás en las tierras de nuestro país.
Cuando en el mes de mayo, inicie mis escritos sobre los borbones, pensé en dedicar solo un par de folios a cada uno de ellos, pero conforme voy entrando en materia, lo que en mi cabeza era una idea abstracta, veo que se va alargando más de lo deseado, especialmente este rey  traidor y el no menos traidor de su hijo, el también rey Fernando VII. Un amigo me dijo este mes de agosto, tras leer mis escritos,  que si hablar de la historia de España y de sus reyes no estaba en cierto modo ensuciando nuestra historia, mis palabras iniciales, fueron parecidas a las que en su momentoescribiese el gran Antonio Machado:

“En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos –nuestros barinas– invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo.”

El pueblo siempre ha estado a la altura, estuvo a la altura en la lucha contra el francés,cuando fue traicionado por los dos reyes que habían clauidado ante Napoleón, cobardemente, padre e hijo, uno durante la comida y otro al rato,  el hijo aun volveria a traicionar a ese pueblo que le había devuelto el trono, convirtiéndose en uno de los personajes más despreciables de la historia de España, por méritos propios, con sus 100 hijos de San Luis, por tanto decir que tal o cual rey, conde, duque, ministro, consejero fue un traidor o un criminal, no es ensuciar la historia heroica y noble de un pueblo como el español, pero si resultaría estúpido pasar por alto que esos personajes ruines y despreciable  de nuestra historia existieron y ensuciaron el nombre de España, tampoco se debe ocultar  o disfrazar su existencia para que nuestra historia parezca inmaculada.  Hay que decir, que no es algo exclusivo de España, que los reyes y los tiranos han ido de la mano a través de la historia de la humanidad.
Por último debo decir que el mejor modo de republicanizar España, es servirnos de la historia, conocer la historia y sus protagonistas, sin complejos y sin vergüenza ante lo que nos podamos encontrar, muchos héroes, si acaso lo fueron, lo fueron gracias a las gentes, los soldados que tenían detrás o delante, los grandes capitanes, los grandes conquistadores no serían nada  sin esos soldados obligados a luchar, muchas veces sin saber por o para qué. Y como siempre se ha dicho:
“El pueblo que olvida su historia, está condenado a repetirla”
Por tanto que nadie se extrañe de la saña o de las páginas que dedique a estos dos traidores, llamados Carlos IV y Fernando VII.
 
Como yo no soy historiador, no es labor mío cantar gestas, y si canto alguna será la de quienes derramaron su sangre,  obligados o no, de manera valiente o no, con miedo o sin miedo, no, no de quienes esperaban los tesoros en la retaguardia y recibían los beneficios y los laureles. Y repito, difundamos las historias de los reyes que ha tenido España, destripemos sus vidas y difundamos sus vilezas, pues virtudes tuvieron pocas, en algunos casos ninguna.

 

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