¿Quién se acuerda en estas fechas de los niños que sufren
explotación infantil? ¿Quién es capaz de ser feliz y brindar con champan después de ver estas
imágenes. Es esa otra navidad, la que nadie recuerda, la que las burbujas del
cava ocultan tras un bonito regalo, tras un bolso, un bonito vestido, una
cartera, un ordenador o un teléfono o Tablet de última generación…
Yo comencé a trabajar muy pronto, con trece años subía las
maletas del hotel Excélsior de Sant Antoni de Portmay , por las escaleras
mientras los clientes subían por el ascensor, luego, generosos ellos me daban
unas monedas de propina. Debo decir que
era un trabajo que asumía con gusto, sabia de la necesidad de hacerlo, eran
tiempos difíciles, aquellos de tiranía de
la ya agonizante dictadura del genocida Francisco Franco, mentor de su católica
majestad.
Pensábamos que después de muerto el tirano llegaría la
libertad, pero mientras tanto de algo había que comer, se veía de manera
natural, el dejar la escuela una vez terminados los ocho cursos de la EGB y
ponerse a trabajar, en esa bonita isla de Ibiza tan solo estudiaban los hijos
de aquellos que tenían posibles, es decir una minoría adinerada y franquista,
por supuesto. Los hijos de los obreros
pronto nos colocábamos en hoteles, bares u obras para aportar un jornal.
No es que fuésemos malos estudiantes, ni que estuviésemos
ansiosos por dejar la escuela para ser explotados, yo personalmente no era un
estudiante brillante en matemáticas, más bien todo lo contrario, pero en la
historia y la geografía, la literatura y el dibujo era como se dice ahora un
“crack”, por supuesto que hubiese querido seguir estudiando, pero no debía
subir maletas por la escalera de un hotel y en el invierno carretillas de
hormigón que pesaban mucho más que yo
A nivel mundial la explotación infantil mueve 23.500 millones
de euros al año, 1,2
millones de niños en todo el mundo son víctimas de la trata de seres humanos,
quienes peor lo pasan son las niñas obligadas a prostituirse. Un niño que mendiga en Barcelona o Madrid puede sacar cien euros al
día, mientras que las niñas obligadas a prostituirse generan unas ganancias de
entre 1.000 y 3.000 euros semanales. Si tenemos en cuenta que un proxeneta paga
aproximadamente unos 3.000 euros por cada niña, en una semana habrá amortizado
la compra y a partir de ahí sólo tendrá beneficios".
Pensaremos que en España afortunadamente eso ya paso a la
historia, de momento, pero en el apéndice de la dictadura del genocida criminal,
, es un problema que a España no le es ajeno, según datos de la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), sólo en
nuestro país hay 20.000 menores "identificados" por la Policía
víctimas de la explotación infantil , avanzando a pasos agigantados, debido a las políticas llevadas a
cabo por el gobierno de la monarquía franquista , por lo
tanto no solo debemos avergonzarnos de
que suceda en otras partes del mundo, sino de lo que sucede en nuestro propio
país.
Existen grandes marcas de ropa, de telefonía móvil, artículos
deportivos de gran “prestigio” que utilizan niños en sus factorías, no hace
falta mucho para saber que marcas son, basta con buscar en internet y veremos
más de una fruta mordida por la codicia y la falta de escrúpulos, solo si no tenemos nosotros esos escrupulos, compraremos
esas marcas. Marcas que utilizan mano de obra infantil para
fabricar sus productos, en países ajenos al nuestro , tomemos conciencia de que
cuando adquirimos determinadas marcas de moda nos manchamos de sangre inocente
nuestras manos y conciencias, siempre que las tengamos, claro.
La imágen de un niño genera ternura, la de estos indignación y vergüenza y rabia , no he querido comentar las imágenes, me horroriza tan solo
contemplarlas…
SOBRAN LAS PALABRAS FALTA LA VERGÜENZA
Del trabajo de esos niños explotados hay empresa españolas que sacan sus beneficios y todos sabemos quienes son tan ejemplares empresarios.
ResponderEliminarSalva, pues actuemos en consecuencia, no cerremos los ojos, que no ha más ciego que quien no quiere ver.
ResponderEliminar