Parece ser que no hemos aprendido nada, la tragedia de Chernobil
o más recientemente la segura Fukushima, debería haber sido una vacuna eficaz
contra la energía nuclear. En nuestra
tierra, con un gobierno ajeno al latir de ella, con una presidenta que en
Castilla-La Mancha solo ve la oportunidad de ampliar su fortuna personal, que
ni es de nuestra tierra ni la quiere, nos quieren instalar un cementerio
nuclear, un cementerio para enterrar nuestro futuro, a cambio de unas monedas
para unos pocos, a cambio de unos miserables 300 puestos de trabajo que en su mayoría
se les darán a gente que llegara de fuera, van a hundir y destruir el futuro de
nuestra TIERRA.
Jorge Riechmann (2007). Presidente de CiMA, decía hace unos
años:
“Mi convicción personal es que la única energía nuclear
limpia y segura, que hemos de reivindicar sin tregua, es la de las reacciones
de fusión que tienen lugar en el interior del sol y nos llegan luego en forma
de bendita luz solar que caldea la atmósfera, mueve los vientos y nutre la vida”.
Sobre el accidente en la central nuclear de Chernóbil, del
que no hace mucho se cumplieron 20 años, hubo una fuerte polémica en torno a
sus efectos reales que aún sigue coleando. Se ha dicho que la potencia
radiactiva del accidente (o de la catástrofe, como se prefiera) fue entre 50 y
100 veces la potencia de la bomba arrojada en Hiroshima. Desde fuentes
oficiales se habló de un número reducido aunque importante de fallecidos,
mientras que desde otras fuentes independientes se afirmaba que esa información
había sido una gran manipulación, una falsificación desmedida y que los
fallecidos y perjudicados fueron muchísimos más. Se han dado cifras de más de
dos millones de ucranianos afectados, unos 700.000 de los cuales eran niños.
Viktor Bryukhanov, el director de la central nuclear en el momento del
accidente, ha acusado a las autoridades políticas de proteger ante todo la
industria militar con mentiras, acusación que no excluye algunos sectores de
las comunidades científicas. Tampoco han quedado al margen de sus críticas
países y gobiernos poderosos -EEUU, Japón, Francia y Reino Unido- que, según
él, ocultan las causas reales de los accidentes nucleares. Podrías explicarnos
algo de esta polémica y por qué, desde posiciones oficiales u oficiosas, no se
reconoce lo que realmente pasó y los dañinos efectos que ocasionó. Y siempre se
intenta ocultar la verdad con mentiras e informes técnicos imposibles de
descifrar.
En Castilla la Mancha parece que todo está permitido, se ha
convertido en un laboratorio donde llevar a cabo experimentos políticos y
sociales para luego si funcionan extenderlos al resto de España. El problema es
que los conejillos de indias somos personas de carne y hueso y nuestra tierra.
Quien piense que debe callar y obedecer lo que diga el
partido político al que ha votado, está
muy equivocado, en caso de escape radioactivo no afectara solo a los ganados,
las tierras, los quesos, los ajos, el vino o cualquier otro de nuestra tierra,
a quienes estamos en contra del Cementerio nuclear, sino a todos, o alguien se
piensa que la gente no se lo pensara dos veces antes de comprar algún producto
de La Mancha, o no se lo pensara a la hora de decidir por el turismo rural en
Castilla-La Mancha.
Puede ser la ruina de nuestra tierra y la lotería para unos
pocos que cuando tengan los bolsillos llenos saldrán corriendo hacia otros
lugares, más seguros.
A Continuación presento una serie de fotografías de niños de
Chernóbil, no son agradables de ver, por lo que advierto que seguro que hieren
la sensibilidad de quien la tenga, de quienes venden nuestra tierra las miraran
hasta divertidos.
ADVERTENCIA, LAS IMÁGENES PUEDEN HERIR LA SENSIBILIDAD.
Por último las consecuencias 22 años después:
No permitamos que pase esto en Cuenca
No permitamos que pase esto en Cuenca
No hay comentarios:
Publicar un comentario