“Real decreto ley monárquico de medidas para el recortar la inversión en educación”

                     NUEVO LEMA DEL MINISTERIO:

         UNIVERSIDAD PARA QUIEN PUEDA PAGARLA

MINISTRO PARA LA PROMOCIÓN DE LA INCULTURA  Y EL 

ANALFABETISMO

Wert da de plazo hasta julio para establecer el precio de las nuevas tasas universitarias, el ministro para la promoción de incultura  y el analfabetismo , exige a las Comunidades autónomas que decidan la subida de las tasas universitarias dentro del mal llamado “real decreto-ley de medidas de racionalización del gasto educativo”,

Analicemos un poco el nombre:

“Real”, porque además de estar desgraciadamente en un país regido por una anacrónica monarquía, es una triste realidad.

“Decreto”, porque se realiza antidemocráticamente vía decreto ley y sin consenso con los sectores implicados ni con las fuerzas democráticas, el ordeno, mando e impongo propio de las dictaduras.

“Ley” está claro, las leyes son ejercicios del poder que en este caso no va pareja con lo que debe ser una ley, justa, sino todo lo contrario, busca que solo pueda estudiar quien tenga dinero para pagar la carrera.

“Medidas”, medidas contra el más débil, propias de matón de patio, “que te pego leche”, abusando de la fuerza de las porras.

“Racionalización”, se han equivocado de palabra, querían decir “recorte”.

“Gasto”, de nuevo se equivocan de palabra, menos mal que se supone que es el Ministerio de Educación, la educación nunca es un gasto, es una inversión de futuro, quien no lo vea así es porque es un inepto en sus funciones y no merece ocupar ese puesto. A este paso como me hagan caso nos quedamos sin ministros.

“Educativo”, bueno lo que se pretende no es educar, sino todo lo contrario, por lo que la frase podía quedar así:

“Real decreto  ley monárquico  de medidas para el recortar la inversión en educación”

EL DIPLOMA  QUE QUIEREN PARA LOS UNIVERSITARIOS

 Lo único que pretende este decreto ley es igualar el coste de las universidades públicas con las privadas para así dar beneficios a estas últimas en manos de la Iglesia católica.

ASÍ NOS QUIEREN BURROS, DÓCILES Y CON LA CABEZA GACHA