Son muchas veces las que me pregunto por aquellos “demócratas
de toda la vida”, que permanecieron ocultos bajo la capa sangrienta del
dictador, que aplaudían sus acciones y arropaban en los balcones del Palacio de
Oriente o coreaban ¡Franco, Franco, Franco! Con entusiasmo en esa misma plaza
de Oriente, apoyándole tras cada uno de los asesinatos del dictador. Esos demócratas que permanecieron en ¿vergonzante
silencio? Ante cada uno de sentencias de muerte o asesinatos en comisarías, o
encarcelamientos de ciudadanos que se atrevían a pensar… Muchas veces me lo he
preguntado, ¿fue vergonzante silencio o criminal complicidad?
La dictadura fue tan larga como sangrienta y cruel, pero
esos capullos de la “democracia de toda la vida” permanecieron ocultos o
visibles, floreciendo en la dictadura con su apoyo explícito al genocida, para
luego cerrarse y volverse a abrir como capullos “demócratas de toda la vida”. Las espinas del rosal eran las mismas, los
capullos los mismos, todos con los pétalos llenos de sangre cómplice, ya fuese
por sus silencios cobardes o por sus apoyos evidentes.
Esos “demócratas de toda la vida”, fueron quienes llevaron a
cabo la “transición a la democracia”, quienes de acuerdo con su jefe, el enano
del Pardo, diseñaron el proceso, la “transición a la democracia”, Franco les
enseño a hacer los nudos, nos dejó todo y atado y bien atado y es deber nuestro
desatarlos por dignidad y por aquellos mártires de la Libertad que lo
intentaron antes, cuando los “demócratas de toda la vida” eran babeantes cómplices
del sanguinario dictador.
Nada hicieron por evitar ningún asesinato, doblarían el
espinazo ante su caudillo y le dirían, “excelencia proceda”. Tampoco hicieron nada por evitar la muerte de
tantos hombres buenos, como Julián Grimau, que tal día como hoy, un 20 de abril
de 1963, fue asesinado por un pelotón de fusilamiento, 27 descargas de fusiles
(y dos tiros de gracia), que a los cobardes cómplices no nos los hagan pasar
por paradigmas de la democracia, que nada dijeron en contra ni de las torturas
a que fue sometido, con defenestramiento incluido, eso sí, cobardemente
esposado.
El nombre de Julián Grimau permanecerá para siempre como símbolo de la lucha por la Libertad y la Justicia. El dictador no cedió a las presiones internacionales, las cuales no le importaban, ni siquiera la del Papa de los católicos, Juan XXIII, las presiones nacionales que tal vez hubiese eschuhado, no las hubo, pues a su alrededor solo tenía babeantes bacines.
El nombre de Julián Grimau permanecerá para siempre como símbolo de la lucha por la Libertad y la Justicia. El dictador no cedió a las presiones internacionales, las cuales no le importaban, ni siquiera la del Papa de los católicos, Juan XXIII, las presiones nacionales que tal vez hubiese eschuhado, no las hubo, pues a su alrededor solo tenía babeantes bacines.
Hoy se conmemoran el 50 aniversario de su asesinato, los “demócratas
de toda la vida” continúan gobernando este país, y además atreviéndose a dar
lecciones de Democracia, como si realmente supiesen el significado real de esa
palabra. Ellos tiene la soga que nos
ahorca, tienen los nudos que atara el dictador bien atados, rompamos esos nudos
y honremos la memoria de los auténticos DEMOCRATAS DE TODA LA VIDA COMO JULIÁN GRIMAU.
Publicado también en : Unidad Cívica por la República
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Una anécdota sólo para mí:
ResponderEliminarHoy hace 50 años, yo tenía 17 y trabajaba en una oficina de Madrid "mesa con mesa" junto a un señor mayor (excombatiente de la guerra civil) de clara ideología comunista.
Él fue el que me informó del sangriento suceso de ese día y yo entonces me quedé... (?) ...quiero dar a entender que entonces yo no entendía nada de nada; era uno de esos millones de muchachos criados bajo la bota del dictador, de la desinformación, de la formación del espíritu nacional y del comulgar por pascua florida.
Nada más.
S y R
Hace 50 años yo tenía 3 años, no recuerdo cuando me entere, supongo que cuando tenía menos edad que tu, tal vez 15 o 16, posiblemente a través de Radio España Independiente, ya muerto Franco, recuerdo que me impacto. Yo no es que entendiese mucho a pesar de que mi madre era el contrapunto necesario para contrarrestar la desinformación de entonces y darle a mi timidez un punto de rebeldía.
ResponderEliminarSyR
Por cierto entre los ministro del dictador, a los que les requería la firma y conformidad en la ejecuciones que realizaba, estaba el "gran demócrata" Fraga, luego padre de la "constitución" monárquica", creador del antecedente del PP y presidente honorífico hasta su defunción. ¡Qué curioso, como los fascistas de la noche a la mañana, son los más "demócratas"!
ResponderEliminarSí resulta curioso...O mejor dicho no. Todo forma de la gran farsa que fue la mal llamada "transición a la democracia" todo era falso, todo fue falso, todo es falso.
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