
Esta edición, preparada por el hispanista británico Andrew
A. Andenrson y que sigue fielmente la última voluntad de Federico García Lorca
y que publica Galaxia Gutenberg, coinciden con la exposición que New York
Public Library dedica a "Poeta en Nueva York".
Así, 77 años después de el poeta entregara el original, sale
a la luz este manuscrito, con las reproducciones de los originales
mecanografiados y manuscritos, de cuya existencia y paradero se tenían hasta
hace pocos años noticias inciertas, hasta que en 2003 la familia de García
Lorca lo adquirió en una subasta por casi 200.000 euros.
"Poeta en Nueva York" el poemario que marcó la
modernidad en la poesía española junto con "Diario de un poeta recién
casado", de Juan Ramón Jiménez, fue escrito por Lorca entre 1929 y 1930,
durante su estancia en la Universidad de Columbia.
Un texto apasionante y melancólico, vanguardista con
influencias surrealistas y con las huellas de T. S. Eliot y Whitman en las que
Lorca plasmó sus angustias, soledad, deseos y sueños inspirado por las calles
de Nueva York.
El texto pasó por muchos vaivenes, pues José Bergamín se lo
llevó con él al exilio, primero a Francia y después a México, donde realizó una
primera edición que apareció en México en 1940.
Durante muchas décadas el original permaneció en paradero
desconocido hasta que fue descubierto en 1979 en manos de la actriz mexicana
Manola Saavedra. Tras muchos litigios la Fundación García Lorca lo consiguió en
2003.
La publicación la próxima semana de la primera edición del
original de "Poeta en Nueva York", coincide con una gran exposición
en la Biblioteca Pública de Nueva York, donde por primera vez se podrán
contemplar los manuscritos, cartas dibujos y documentos que componen el
poemario.
La muestra, que estará abierta del 5 de abril al 20 de
julio, marcará el inicio de un amplio programa de actividades que, bajo el
título de "Lorca in New York: A Celebration", homenajeará al poeta
español esta primavera.
Comisariada
por Christopher Maurer y Andrés Soria Olmedo, "Back tomorrow: A poet in
New York. Federico García Lorca" plasma el proceso creativo que
siguió en componer "Poeta en Nueva York" a través de 60 piezas entre
manuscritos de primeros borradores y copias en limpio, libros raros o cartas
que enviaba a su familia mientras lo escribía.
También se exhibirán efectos personales como el pasaporte,
la guitarra o la libreta de ahorros, dibujos y fotografías.
Pero lo más destacado será el manuscrito de su obra
acompañado por los dibujos que el granadino realizó durante su estancia en la
ciudad estadounidense, que por primera vez se exhibirá en público.
Fuente :EFE
New York
Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato.
Debajo de las divisiones
hay una gota de sangre de marinero.
Debajo de las sumas, un río de sangre tierna;
un río que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales,
y es plata, cemento o brisa
en el alba mentida de New York.
Existen las montañas, lo sé.
Y los anteojos para la sabiduría,
lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo.
He venido para ver la turbia sangre,
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de la cobra.
Todos los días se matan en New York
cuatro millones de patos,
cinco millones de cerdos,
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un millón de vacas,
un millón de corderos
y dos millones de gallos
que dejan los cielos hechos añicos.
Más vale sollozar afilando la navaja
o asesinar a los perros en las alucinantes cacerías
que resistir en la madrugada
los interminables trenes de leche,
los interminables trenes de sangre,
y los trenes de rosas maniatadas
por los comerciantes de perfumes.
Los patos y las palomas
y los cerdos y los corderos
ponen sus gotas de sangre
debajo de las multiplicaciones;
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan de dolor el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Yo denuncio a toda la gente
que ignora la otra mitad,
la mitad irredimible
que levanta sus montes de cemento
donde laten los corazones
de los animalitos que se olvidan
y donde caeremos todos
en la última fiesta de los taladros.
Os escupo en la cara.
La otra mitad me escucha
devorando, cantando, volando en su pureza
como los niños en las porterías
que llevan frágiles palitos
a los huecos donde se oxidan
las antenas de los insectos.
No es el infierno, es la calle.
No es la muerte, es la tienda de frutas.
Hay un mundo de ríos quebrados y distancias inasibles
en la patita de ese gato quebrada por el automóvil,
y yo oigo el canto de la lombriz
en el corazón de muchas niñas.
óxido, fermento, tierra estremecida.
Tierra tú mismo que nadas por los números de la oficina.
¿Qué voy a hacer, ordenar los paisajes?
¿Ordenar los amores que luego son fotografías,
que luego son pedazos de madera y bocanadas de sangre?
No, no; yo denuncio,
yo denuncio la conjura
de estas desiertas oficinas
que no radian las agonías,
que borran los programas de la selva,
y me ofrezco a ser comido por las vacas estrujadas
cuando sus gritos llenan el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Qué belleza hay en las letras de Lorca. Un maestro inigualable!!
ResponderEliminarY que profundidad.
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