La República ya no es una quimera, un sueño inalcanzable, el deseo romántico de cuatro locos idealistas, la República es una realidad posible, de nosotros depende, solo de nosotros.
Recuerdo desde mí ya más que lejana adolescencia como soñaba
con la república de la mano de mi madre escuchando Radio España Independiente,
como ya muerto el dictador, compre con ilusión aquella bandera de la república
en los almacenes España de Valencia. Por entonces veíamos la República como un
sueño inalcanzable, como un deseo imposible de cumplir. Pero aun así manteníamos el deseo el sueño
vivo de ver ondear la bandera de la libertad en los balcones de todas las
instituciones.
El tiempo pasó, aquel supuesto golpe de Estado, dio lugar a
un supuesto héroe, al cual se le atribuía
un supuesto valor, unas supuestas virtudes y un espíritu democrático que
se está demostrando que estaba lejos de poseer. Pero que el servilismo
bacinesco de partidos políticos y medios de manipulación masiva blindaban, protegían
y evitaban de manera rastrera toda discrepancia en nombre de una
supuesta democracia, una presunta Constitución, mil veces violada a capricho y
que convertía a aquel presunto héroe del 23-F en un monarca intocable al estilo
de las monarquías más reaccionarias del mundo musulmán o de Tailandia.
Las diversas capas de pintura que se le daba a esa presunta
“ejemplar transición a la democracia” nos tenía callados, no era necesario ser
un radical, ni mucho menos, quienes hablábamos de la necesidad o el deseo de
ver un día una República, como forma lógica de gobierno, inmediatamente éramos
tratados de extremistas, rencorosos, anti sistemas o nostálgicos de “guerras
civiles”, de nada servía decir que sencillamente queríamos un sistema más
democrático y lógico para España.
Al final nos resignamos, sabíamos que vivíamos en una
presunta democracia, con una corrupción que impregnaba todo, con un
bipartidismo tan corrupto como servil e inútil para avanzar hacia una
democracia plena, un país donde todo era aparente y nada real, la España va
bien, era un señuelo, iba bien para la especulación y latrocinio, para engordar
cuentas en Suiza, para que políticos y Casa Real se fuesen enriqueciendo a
costa de los ciudadanos. La especulación
y el modelo de crecimiento basado en el ladrillo nos hicieron creer que éramos
un país avanzado, estábamos cayendo sin darnos cuenta en la trampa. Pronto nos vimos pobres y desamparados. En muy poco tiempo vimos como todo se
paralizaba, se rompía el espejo y seis millones de españoles nos quedábamos sin
trabajo. A cuatrocientas mil familias
los bancos con la complicidad de los dos principales partidos monárquicos
robaban impunemente sus casas. Vemos
como a las víctimas de ese terrorismo financiero les llaman terroristas, como a
esas mismas victimas les llaman radicales de izquierdas, acusándoles los
enemigos de la democracia de violentos en nombre de esa supuesta y falsa
democracia.
La mentira, la falsedad de este apéndice de la dictadura
franquista ha quedado al descubierto, ya no somos cuatro soñadores quienes
pensamos que nos han estafado, que no vivíamos en democracia, que todo era, es
una patraña. Que nos engañaron y nos
robaron por encima de nuestras posibilidades y ahora con el dinero en Suiza
pretenden que continuemos pagando con nuestra sangre todo el latrocinio a que
nos han sometido.
La caída de régimen monarco/franquista parece eminente, pero
no debemos confiarnos, no se puede ni se debe vender la piel del oso, aunque
este borracho de vodka, hasta haberlo cazado.
La abdicación del heredero de Franco, parece un hecho y la única salida
para salvar tan anacrónica institución, pero todos sabemos lo fácil que resulta
la manipulación masiva del pueblo, cambiar algo para que todo siga igual, el
poder intentara que todo siga bajo su control, con abdicación o sin ella.
El futuro será como los españoles queramos que sea, hasta
ahora no ha sido así, solo en apariencia.
Depende de nosotros, de nuestra decisión y determinación para ser lo que
queramos, por muy difícil que sea, no es cuestión de convencer a los
convencidos de antemano, a mí nadie me tiene que convencer, ni a quienes llevan
muchos años en la brecha. Es a aquellos que dándose cuenta de la corrupción del
sistema deben dar pasos hacia adelante y no dejarse manipular por el carisma
oportunista del momento, tirar por la borda los perjuicios insertados por los ideólogos
del Régimen, medios de manipulación de masas controlados por los guardianes del
calabozo, del cual debemos romper las rejas de una vez por todas. Para ello
debemos ofrecer una alternativa seria y creíble, un frente popular, una unión
popular, un foro cívico o una plataforma ciudadana, el nombre es lo de menos,
lo importante es que sea de carácter amplio y heterogéneo, que sepa canalizar
la indignación popular ante la inmensa corrupción e injusticia que lo impregna todo,
de lo contrario, de nada servirá que nos aplasten las cabezas, que nos roben
las casas, que se lleven lo que nos roban a Suiza…
La República ya no es una quimera, un sueño inalcanzable, el
deseo romántico de cuatro locos idealistas, la República es una realidad
posible, de nosotros depende, solo de nosotros.
¡¡¡PODEMOS!!!
Imagen:Sol ardiente de junio (o Flaming June en inglés) es una obra pictórica de Lord Frederic Leighton, producida en 1895. Pintada al óleo en un marco de 47" x 47", es ampliamente considerada como la obra maestra de Leighton, mostrando su naturaleza clásica. Se cree que la mujer retratada alude a las figuras durmientes que los griegos a menudo pintaban y llamaban colectivamente como Venus.
“La república hermanada
ResponderEliminarque nos tiene que venir
para que se acabe en España
este modo de sufrir”.
Sí, amigo, nadie puede parar el reloj de la historia, La República está a la vuelta de la esquina, solo que puede ser una república como en Alemania o EE.UU o Francia o una República que recoja lo mejor del diseño de nuestra II República, pero acorde a los tiempos que vivimos. Como dices de nosotros, de los ciudadanos, depende.
Sí, amigo Salva, el peligro está en lo que señalas. El intento de cambiar algo para que todo siga igual.
ResponderEliminarA buen seguro del mismo modo que tras la muerte del dictador surgieron "demócratas" de toda la vida debajo de las piedras si ven irremediable el fin de la monarquía surgirán republicanos de toda la vida igualmente hasta de debajo del manto real.