Al escribir estas líneas reconozco que estoy más emocionado
que en la noche de bodas. He escuchado una traca, si hubiese sido un domingo,
hubiese pensado que era una comunión, pero hoy es lunes. Me he asomado a la
ventana y he visto a un vecino gritar ¡Viva la República!
Yo también he gritado y he bajado a la calle las escaleras
de tres en tres. Al llegar a la calle, ha llegado la desilusión. Reconozco que
son tantos los deseos, que cuando he escuchado la traca, cuando he visto a mis
vecinos gritar:
¡Viva la República!
¡Viva la República!
Realmente he pensado que ya teníamos aquí la tan soñada
Tercera República Española, el rey solo ha abdicado, en un intento desesperado
de que sus conductas poco ejemplares no pasen factura a la corrupta monarquía
que instauró un criminal general y que fue bendecida por unos partidos que claudicaron
y traicionaron al pueblo español. No voy a entrar ahora en si fue por evitar
males mayores o por ocupar un puesto en el apéndice de la dictadura franquista.
Lo cierto es que cedieron la soberanía del pueblo a un rey elegido a dedo por
un dictador. Ahora comenzaran los elogios y la propaganda al servicio del nuevo rey. La propaganda mediática, el baboseo y el peloteo van a ponerse a trabajar al máximo rendimiento enalteciendo las supuestas virtudes del viejo rey y las ignoradas capacidades del nuevo. El actual rey fue impuesto por un criminal a dedo, este por el heredero de ese criminal, no estamos en la Edad Media, queremos y exigimos la soberanía que solo al pueblo corresponde. Queremos la República.
No nos lo van a poner fácil, no se van a atrever a convocar
un referéndum, intentaran salvar los muebles de un edificio en ruinas,
carcomido de corrupción desde sus cimientos hasta su cúpula. Se abre un nuevo
panorama, una nueva esperanza que debemos aprovechar para recuperar lo que solo
al pueblo pertenece, que es la soberanía, algo tan anacrónico y corrupto como
es la monarquía no puede ser la forma de Estado de una España democrática del
siglo XXI.
No se ha proclamado la República desgraciadamente, pero hoy
me hubiese gustado estar al lado de mi madre que me enseñó a amar la libertad,
a desear la justicia y a ser solidario con los demás. También me hubiese gustado estar al lado de
mi padre, que murió esperando la lluvia de la libertad, me hubiese gustado
estar con tantas personas que me enseñaron a amar la República, que aunque hoy
solo haya abdicado el rey, aunque sepa, que nos lo ha puesto un poco más difícil,
la república está en el buen camino.
Pero debemos trabajar y ponerle muchas más ganas, no podemos permitirnos que el apéndice de la dictadura se perpetué,
no podemos esperar, debemos empujar para que caiga de una vez porque la
corrupción, la monarquía y el bipartidismo van en el mismo pack, del mismo modo
que la República, la democracia, la ética, la libertad, la justicia y el pueblo
deben ir en el otro y
QUEDA MUCHO TRABAJO POR HACER
El rey ha abdicado…¡VIVA LA REPÚBLICA!
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